La Tinta Del Pecado « Ziam »

Capítulo 8: First Moment, shine with love.

#8: First Moment, shine with love. / Primer momento, brillar con amor.

Sinceramente el lobbie del hotel era muy lujosa, me gustaba mucho, completamente pintada de dorada con muchos adornos colgando de las paredes y la lámpara de cristal era bellísima, lo mejor de todo, ir de la mano con el fabuloso Liam Payne , con un caminar lento y su porte de mafioso, sexy, muy sexy. No debíamos ni registrarnos ya que Leonardo, el sirviente de Liam que limpiaba con la lengua por donde él pasara, había cubierto y previsto la habitación del hotel, no escatimaría en cualquier cosa, la habitación era la suite, la punta de toda la pirámide. Cuando subíamos en el ascensor el Liam que conocí hace menos de un mes no estaba allí, no lo reconocía, el brillo que estaba etiquetado en sus ojos como una calcomanía brillaba cada vez que me miraba, nos besábamos y a lo que veníamos preparados no era más que perder mi virginidad. Lo haríamos hoy.

-Me parece muy sobrevalorado este lugar.- Me comento Liam justo en el momento en que ambos entramos dentro del ascensor y este se dispuso a subir a nuestro piso, el ultimo.- Me gusta más el Egipto de verdad.-

-Siempre quise venir, pero si fui a Egipto, lo mejor de todo es ese olor que tiene todo por allá, todo huele arena, es muy raro.-

-Qué raro... A mí me olía a mucho sudor y además a mal olor axilar. La vez que fui necesite muchísimo desodorante. Mi propenso mal olor era espantoso con ese calor, me bañaba cada seis horas.- Era increíblemente gratificante el poder estar aquí metido con Liam, su personalidad la cual al principio no aporto mucho pero que ahora estaba mejorando, era algo maravilloso. Siempre tenía algo que comentar, y n era cualquier cosa, era interesante y lo mejor que siempre estaba abierto a escuchar lo que yo decía.

-Sudas mucho ¿No es cierto?-

-Si... Creo que es algo raro, sudo en exceso.- Me miro un tanto apenado, era realmente lógico su pena, un conversación sobre su sudor que a mí me interesaba.

-Y siempre andas en traje y corbata, sudaras un mundo.-

-¿Y tú, sudas mucho?- Me pregunto, solté la maleta ya que dentro del ascensor sobraba espacio para que esta sobreviviera sin estar en mis manos.

-Lo normal, si corro sudo, si duermo no sudo y si tengo calor sudo, nada fuera de lo común. Creo que soy el chico más típico de este país y me atrever a decirte tal vez del mundo.-

-Eres el chico más especial que jamás hubiese conocido, no eres normal, eres el chico... El chico más sensato y espontaneo del universo Zayn.- En el momento en que menos lo note Liam me aprisiono contra el gran espejo de cristal y colocaba su manos alrededor de mi rostro para besarme por primera vez, la primera vez que me besaba con ánimo de hacerlo y por qué quería, no estaban sus padres ni más nadie para que él se sintiese obligado a besarme. Lo estaba haciendo, metía su lengua en mi boca y me hacía sentir un espectáculo de fuegos artificiales en mi estómago, como si un líquido muy frio se resbalase por mi columna me hizo poner mi mano derecha sobre su hombro para también tomar posesión de ese beso y decirle que le he tomado aprecio en este tiempo que llevamos juntos y que era una de las mejores cosas que me había ocurrido.

El beso duro lo que nos duró todo el oxígeno, sentía nuestras barbas de hace días, más la de él, cuando nuestros labios se unieron, quería que durara mucho más pero no continuo. Al separarnos sentí su mirada sobre mí y cuando levante los ojos una sonrisa torcida lucia en sus labios y además me miraba con una ternura digna de una foto. Se lamio la comisura de los labios para decirme.

-Déjame hacerte mío.-

-¿Hoy...?- Me hice el despistado, aunque si lo iba a hacer con él. Mejor momento no existiría.