Entre miradas ✔️ [Pedri Gonzales]

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Tenía que ser una broma.

Le eche agua en la cara a Dylan y volvió en sí.

— Dios mio, Dios mio, Dios mio  — comenzó a hiperventilar.

— Estas bien? — pregunto uno de ellos.

— Gavi, Pedri, Ansu, Ferran, Balde. — hablo como si estuviera rezando — Dios mio son mis ídolos! Podrían firmar mi camiseta? — pidió mi hermano tímidamente.

Ellos sonrieron y asintieron. El camarero llegó con un marcador que le pedí y se los paso a ellos.

Firmaron su camiseta sonriendo.

— Podrían firmar la de mi hermana también? — Dijo mientras me empujaba hacia a ellos. Asintieron y les di la espalda.

— Wao... la verdad lo último que espere es que fuera mi camiseta — escuche a uno que supongo fue Pedri.

Me aparte y les di las gracias. Después de que Dylan se tomara una foto con ellos, cada quien volvió a su mesa tranquilamente.

Terminamos de comer y nos fuimos a seguir turisteando la ciudad.

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Ya era casi media noche cuando Dylan me despertó sacudiendo mi hombro.

— No puedo dormir — admitió.

Estaba nervioso, muy nervioso. Sus pruebas son mañana, es entendible. Le di un espacio en mi cama y se acostó conmigo dejando su cabeza en mi pecho y abrazando mi cintura y sin pensarlo dos veces, le empece a hacer cariños en su castaño cabello.

— Estoy asustado, Ale — Continuo sin mirarme—  Y si no me aceptan?

— Pues la vida sigue y ellos se lo pierden — solté sin pensar — Eres un niño muy talentoso, estoy segura de que ellos podrán notarlo.

— ¿Y si no?

— Puedes intentarlo luego, estoy segura de que esta no es la única oportunidad que tendrás.

Asintió dándome la razón. Al cabo de unos quince minutos el ya estaba dormido, y luego caí yo también.

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— DALE CAILE! UH UH UH! — Cantamos a todo pulmón.

Veníamos escuchando música en el auto camino a donde seria la prueba de Dylan, no faltaba mucho para llegar y yo quería distraerlo.

Aparque el auto y bajamos, y Dylan con su bolso deportivo negro.

Lo acompañe al vestidor y se quito el mono, quedándose con los shorts  que tenia debajo, y se puso las medias altas con sus espinilleras y los tacos.

Estaba sorprendentemente tranquilo 

Salimos del vestidor y automáticamente choque con alguien. Pedí disculpas de manera apresurada.

Pedri

Iba por el pasillo cuando a lo lejos vi a dos figuras entrando al vestidor. Una era un niño, y la otra era... Ella.

La chica de Ayer del restaurante.

Maldicion.

Había quedado encantado con ella ayer desde que la vi, y cuando me di cuenta que la camiseta que llevaba era la mía, caí aún más.

La verdad es que no esperaba verla otra vez.

Me quedé cerca de la entrada de los vestidores, escuché algunas voces y luego pasos acercándose. Cuando note que era ella, di un paso hacia adelante haciendo que chocará conmigo.