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ALEXANDRA

Puedo jurar que nada es mas fastidioso que hacer tramites.

Lo odio.

Pero es por un bien común.

Después de el ingreso de Dylan a la masia todos estuvimos de acuerdo en que el no podía estar aquí solo así que me ofrecí para quedarme con el aquí en Barcelona.

Así que ahora estoy buscando un departamento para comprar, ya que no tiene sentido estar en un departamento alquilado.

Y lo mismo con el auto.

Tengo toda la barra de la cocina llena de papeles de todo tipo, y unas quince pestañas abiertas en google . Tramites legales, como es la visa, el permiso de viaje, permisos de trabajo, apertura de cuentas bancarias, de todo tipo. También tengo que buscar una universidad que me permita continuar con mi carrera aquí a partir de lo que ya hice en Estados Unidos y no tenga que comenzar de cero.

— Estoy estresada, mamá.— hable al telefono desparramandome sobre los papeles con el cabello revuelto.

— Necesitar hacer algo a la vez. Estas intentando hacer todo al mismo tiempo y te estas sobre cargando.

— No se por donde empezar.

— Hasta ahora lo mas importante es tu universidad y los papeles de transferencia ¿Ya buscaste una universidad que te gustara?

— No.

— Pues hazlo.

Duramos mas rato hablando y concretamos en que ella vendría este fin de semana para ayudarme con todos los papeles tanto de Dylan como los míos. Y me acompañaria a ver las casas y todo eso.

Gente de negocios y sus cosas.

Empece a organizar todo lo que tenia regado en la barra para poder comenzar a hacer la cena en cuanto vi la hora. Dure toda la tarde con eso y no me di cuenta.

Antes de poder terminar de sacar todo del refrigerador, me interrumpió el comunicador del edificio.

— Señorita Alexandra, hay un cartero con una entrega para usted ¿prefiere bajar a buscarlo o le digo que suba?

No entendí.

Una entrega ¿para mi?

Debe ser un completo error, no conozco a nadie aquí como para que me envíen algo de esa forma. Y estando sola en el departamento, no dejaría que subiera ni en un millón de años.

Me entro desconfianza y no lo niego.

— Ya bajo yo.— conteste al fin y solté el boton.

Me quite en delantal y tome las llaves para bajar y efectivamente ahí estaba en el cartero con un paquete no tan grande, y el hombre de seguridad, Richard.

— Por favor firme aquí.

Firme y sin mas me entrego mi paquete, el cual no pesaba mucho y era algo blando.

Me despedí de Richard y subí de nuevo viendo el paquete marrón con curiosidad.

Lo deje en la mesa y fui por tijeras para  poder abrirlo. Lo primero que vi fue una carta.

"Hola, Alex ¿que tal? Esto es un regalo de parte mía para ti y para Dylan, me hubiera encantado entregarlo en persona, pero estoy algo ocupado. En algún momento le prometí a Dylan que lo llevaría a un partido y estoy cumpliendo. Son dos entradas para nuestro próximo partido.

Entre miradas ✔️ [Pedri Gonzales] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora