Ser una omega a la cual se le dio todo no era algo fácil, toda la universidad la veía como alguien superior y a quien temer.
Eso le gustaba, ser alguien temida y respetada por todos.
Ser una Omega dominante qué tenia todo lo que pedía.
Pero ¿Qué pa...
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Nuevo día en la Universidad.
Nueva oportunidad para buscar al alfa.
—¿Segura que te sientes bien?— Preguntó Anne, mi mejor amiga.
—Lo estoy Anne, tranquila.—Le sonreí, esperando que mi amiga Omega se calmara.
—¿No te ha dolido?— Negué.— No se te ve mal.
—¿Eso crees? Mi estúpido lobo estuvo inquieto toda la noche. Casi no pude dormir.— Me queje en un bostezo.
—¿Y que harás?
—Buscaré a quien me hizo esto y lo pagara muy caro.
Para ser una omega solo llegar ser... intimidante. En un mundo donde los alfas suelen ser los intimidantes yo tuve que aprender a ser dura, inteligente y capaz de hacer las cosas por mi misma.
—¿Ya le dijiste a tu hermano?
—¿Estas loca? Se pondrá como loco cuando le diga. Ya sabes, tiene su loca personalidad de "militar".
Las dos suspiramos y seguimos caminando. Por cada paso que daba buscaba al dichoso alfa.
Mi alfa.
Sacudi mi cabeza ante ese pensamiento, no era mi alfa, no lo tenia que aceptar por que es alguien que yo no conozco. Era solo un idiota qué se aprovecho de mi por estar en estado de ebriedad, alguien que solo follo conmigo, me marco y se marchó.
Ahora que recuerdo, tengo que hacerme una prueba de embarazo.
—Nos vemos Anne.— Me despedí de mi amiga para después caminar a mi clase.
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Durante el día me dedique a buscar al alfa, buscaba entre mis compañeros, amigos de la Universidad y chicos con los que apenas y cruzo palabras.
Pero nada.
—¿Ya buscaste con los del equipo de fútbol? Estuvieron todo el día entrenando para el partido de mañana.
—Eso es una gran idea Anna-banana.— Empezamos a caminar al capo.
