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Void



¿Sabes lo que es encontrar a tu otra mitad? A esa persona que lo único que puede hacer es enamorarte cada día más, encantarte hasta el punto de que darías cada centavo y derramarías cada gota de sangre necesaria para así estar juntos toda la eternidad.

Y que luego te la arrebaten, que la alejen de ti como si lo que tuvieron no significara nada. Como... Si fueran tan solo nombres en un papel, una criatura más que sacrificar.

Pues yo si lo sé. Lo viví.

Y fue lo único que pude recordar por muchos siglos.

Pero cuando la vi otra vez.

¡Oh!

La vi corriendo por la carretera, luchando por salvar su vida como siempre lo había hecho antes de que yo llegara. Mi corazón, el que ella me ayudó a encontrar, no supo que hacer.

Pero lo que era emoción, se convirtió en rabia instantáneamente cuando vi a ese idiota golpearla... Un maldito mortal se atrevió a pegarle, uno de ellos osó en lastimarla una vez más.

Mandé a la mierda el anonimato, había llegado a ese pueblucho por ella, y no me iría sin ella.

Avancé y lo golpeé, el hombre era tan débil que con un solo golpe se quedó besando el suelo.

Idiota.

Y me acerqué hasta ella, tan ilusamente pensé que me reconocería, pero no. Me miraba como a un total extraño.

Pude sentir como nuestras auras intentaban conectarse una vez más, pude sentir su pesada presencia, pero detrás de esos ojos no estaba mi chica.

Ellos la alejaron de mi otra vez.

Oculté me decepción en el sarcasmo. Ella estaba tan confundida como yo en ese momento. La envié en el carro de ese idiota, me vi obligado a dejarla ir una vez más hasta poder crear un plan.

Absolutamente todo se había complicado para mí, tenía a la manada del lobito McCall detrás mío, a su padre que convenientemente era el sheriff repartiendo volantes por todo el pueblucho y ahora ella no se acordaba de mí.

¿Pero acaso tenía otra opción más que luchar por lo que quiero?

No me podía rendir, recuperaría todo lo que me quitaron.

La recuperaría a ella.

Estuve un rato en el lugar, analizando, como hacer lo que tenía que hacer. Bastante concentrado en mi mismo como para fijarme que ese tipo William se estaba moviendo en el concreto como un insecto.

Divertirme un poco con el antes de matarlo no me iba a sentar mal.

Golpee su rostro tan fuerte que ahora estaba casi irreconocible. Descargué lo que me quedaba de ira en ese idiota. Me dijo todo lo que necesitaba saber, sin embargo, no podía dejarlo ir después de escuchar todo lo que hacían con las personas del orfanato... No podía dejarlo ir después de saber todo lo que hicieron con Cassandra, el nuevo nombre que ellos le eligieron.

Tosió un poco de sangre, manchando el concreto con el tan típico color carmesí. No le quedaba mucho, pero haría que sufra hasta el último segundo.

—Eres tú ¿no? El maldito Nogitsune enamorado...— Apreté mi mandíbula — ¿Sabes qué? Jódete, tú y tu maldita reina.

Le di una cachetada. Un hombre como él no podría comprender los asuntos que pasaron mucho antes de su tiempo. Un mortal como él no puede hablar así de ella.

Sobre todo, nadie puede hablar sobre lo que pasó.

—No te atrevas a hablar así de ella.— Me acerqué hasta él y lo tomé por el cuello de su camisa. Pude ver como se alzaban las venas en mis brazos.

—Hagas lo que hagas, siempre será una zorra solitaria.— Escupió mi rostro.

Limpié mi mejilla y lo tiré al suelo con fuerza, un quejido de dolor se salió de sus labios cuando su cabeza tocó el pavimento.

Observé en la manga de mi buso lo que quedó de su saliva y me saqué la prenda.

Sonreí.

Los humanos de ahora pensaban que podían hacer lo que quisieran. Tan ignorantes e inocentes, se olvidaron que antes éramos los sobrenaturales los que reinábamos sobre ellos.

Era tiempo de hacerles recordar.

—¿Ya olvidaste como terminó su historia de amor?— Escupió otro poco de sangre. Bufé — ¡Los dos merecen todo lo que les pasó!

Me daba tanta lástima.

Él tratando de ser valiente frente al mismo tipo que hizo a toda esa bola de mismos humanos quemarse hasta convertirse en cenizas. A ningún de esos les sirvió haber sido valientes o haber peleado.

Solo un grupo nos logró vencer, y él se regocijaba de su triunfo. No hacía nada más que la rabia se extendiera por todo mi cuerpo, alimentándome y dándome más fuerza.

Le sonreí otra vez, supo bien cual era su destino y en vano se arrastró lejos de mí hacia los árboles. Lo perseguí caminando, era inútil para él intentar si quiera intentar levantarse. El idiota estaba hecho mierda.

Se quedó acorralado delante de un árbol. Me senté de cuclillas frente a él y tomé un trozo de rama de árbol que encontré. Lo pasé lentamente por su rostro y pude observar en sus ojos el puro terror.

Ojalá estuvieras aquí para ver esto, Cassandra.

—Yo mismo te voy a partir a la mitad, William Tremblay.— Apreté la rama contra su mejilla, esta enrojeciendo aún más al contacto — Oh y una cosa más...— Me acerqué a su oído y susurré;

—Ella no está sola, nunca más lo estará.

Y entonces estampé el tronco contra su rostro. Golpe a golpe y patada por patada, me aseguré de que nunca volviera a levantarse. 

POWERFUL  -Void Stiles (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora