Okay gente, creo que han escuchado la misma historia una y otra vez. Chico sin poderes recibe un don especial, asiste a una academia de héroes para convertirse en un héroe de verdad. En el proceso asiste a clases, toma exámenes, recibe tortazos lege...
No se crean que pasó mucho tiempo después del emotivo momento de entrenador a discípula, en realidad lo que hice después de recibir el don de All Might fue llegar a casa, desayunar, bañarme e irme corriendo directo al examen que eso era... en U.A, estar delante de esta prestigiosa escuela de mis sueños; me ponía los pelos de punta. Ni siquiera tuve tiempo de probar el don que recibí realmente no tengo ni la más ínfima idea de lo que pueda pasar, pero según All Might debería estar bien.
―Literalmente hizo que me tragara su cabello ¿Realmente habrá funcionado eso o fue solo una broma?
―¡Fuera del camino, Deku!
―Kacchan...
―No te pongas enfrente de mí si no quieres que te mate.
Me gruñó cual perro rabioso, no quería probar cuan cierta era su amenaza ―aunque ya me sabía la respuesta― mis hombros cayeron y miré hacia abajo, aunque tenía que decirlo por lo menos una vez.
―Ka-Kacchan ¡Esforcémonos juntos!
Pero pasó de largo.
Bueno, era de esperarse que no se detendría para hablarme pero ciertamente no se detuvo a echarme otro de sus discursos amenazantes sobre como osaba plantar cara y presentar el examen, solo... dejo de dirigirme la palabra. Chicos de otras escuelas lo reconocían como el «Chico del lodo» la victima de ese villano que causó una conmoción, solo que estos chicos no se molestaban en disimular su conversación; me hice chiquita ante Bakugo por puro hábito ¡Pero debo demostrar que cambié! No dejaré que esos diez meses caigan en saco roto.
¡Camina como All Might, Izuku! ¡Estas a punto de seguir sus pasos!
Tropecé con mi propio pie.
Aw chispas, después de todo el esfuerzo que hice.
Pero entonces sentí que dejé de caer. Oh, eso es inusual. Abrí mis ojos cual platos y noté que a mi lado había una niña muy bonita de cabello color chocolate, mejillas redondas y con unas curiosas almohadillas en sus dedos que sobresalían.
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―¿Estás bien? ―me preguntó.
Noté que mis pies no tocaban el suelo y me espanté pero ella me agarró y me devolvió al suelo, huh... ¿Qué? ¿Cómo?
―Hahaha es mi don, perdón por usarlo sin permiso pero sería de mala suerte si te cayeras ¿no?
―Uhm...
―¿No estás nerviosa tú también? ―confesó ella con una sonrisa que demostraba que era una niña muy relajada.
―Eh... ah... ―Vamos Izuku, di algo tú también ¡Algo que no te haga ver tan ridícula! ― Chi.
¡No tan ridícula!
―Hahaha chi ―repitió la chica riéndose de mí ¿O conmigo? ¿O de mí? ¿Ambas? Mis habilidades sociales no están muy pulidas entonces no sabría decir muy bien. ― Esforcémonos mucho, bueno ¡Te veo luego!
