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No se como llegue en esta situación, sostenia un helado de vainilla que se estaba derritiendo en mi mano, a mi lado, estaba él lamiendo felizmente su helado.

Hacia demasiado calor, queria volver a mi casa, lo miré con mala cara por sacarme de mi casa con tremendo calor que hacía, lo maldije mentalmente.

-Rick, come tu helado -Me pidió- Se te esta derritiendo.

-Ya lo se genio... no lo quiero -Mire al piso aun sosteniendo mi helado- Ten, te lo doy.

-Gracias(? -Agarro mi helado y me dio algo para limpiarme- ¿Sabes? Nunca antes había hecho esto..

-¿Comer helado? -Pregunté mirando a unos niños jugar.

-Si.. ningún rick me quiso como compañero, viví toda mi vida junto a otros mortys que no lograron tener un rick pero.. cada uno de ellos se fue y solo me quede yo -No se porque me contaba eso.

-Por algo ha de ser que nadie te quería.. -Cerré mi unico ojo visible- eres demasiado energético como para ser un puberto caliente, no pareces inseguro y no es necesario obligarte a ir de aventuras.. No eres igual a los demás -lo último lo murmure.

-¿Será por eso? -Me preguntó, lo voltee a ver, tenia una mancha y se la limpie.

-No lo se, es posible que sea esa la causa -No le tome más importancia- eso o porque eres un maldito acosador.  

El solo me sonrió, me mori internamente de lo lindo que se veía. Mi anterior morty jamás me habría sonreído, para el yo era un pobre desgraciado al que tenía que llamar "abuelo".

la triste vida de un emo y su fanboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora