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Morty emo miraba a su rick fastidiado, siempre era estar en una persecución con él. ¿Porque? El pendejo de su rick amaba y le fascinaba todo tipo de mortys, desde los más meh hasta los repulsivos.

Dejalo en paz -Morty emo se hallaba sosteniendo a su rick mientras este intentaba acercarse al morty con una flor en su cabeza.

-¿T-Tu Rick está bien? -El otro morty solo quería ser amable pero al intentar acercar su mano al rick, el emo golpeó la mano de su alterno alejadola de su pendejo.

-Saca tus mugrosas manos de él -Miro con mala cara al contrario, provocando que este se alejara asustado murmurando cosas por puro nerviosismo.

Soltó a su rick que ya estaba bien cómodo en los brazos contrarios, pocas veces se obtiene un abrazo de él y hay que aprovechar.

-Es la quinta vez en esta semana rick, ¡La quinta! -Y se puso a regañar al adulto, este lo miraba con una sonrisa- ¿Por qué luces tan feliz? ¿Acaso te divierte ir a buscar a otros mortys?.. -callo un momento dejando de lado su enojo- ¿no soy suficiente para ti?

Esa pregunta saco de onda al Rick, miró preocupado al emo, no se veía con la misma expresión de siempre. Lucía triste.

-Morty.. ¿por qué crees eso? -Tomo por los hombros al chico viéndolo para darle un abrazo- Tu eres perfecto tal como eres y.. me alegra que seas mi morty.

El emo no podía creer lo que le estaba diciendo, algo en su frágil mente le pedía suplicante que jamás se separara de ese abrazo, pero el no quería verse cursi o débil.

-Esta bien llorar, no seas tan duro contigo mismo -No tenía ni idea de como es que el otro se había dado cuenta de lo que sentía, quizás se debía a que estaba llorando y el no se había dado cuenta.

la triste vida de un emo y su fanboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora