capítulo 6

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" El dolor es momentáneo, mi amor por ti no"











Desde la llegada de Missa en su vida, en la vida de todos, supieron realmente que lo necesitaban, ninguno tenía una buena idea del amor, esa frase cliché sobre "Si quieres algo, lucha por él", se tomaron a literal cada frase cursi y extraña que pudieron escuchar.

Missa era un amor de persona, torpe, despistado y algo inocente cuando hacía preguntas, ¿entendía?, aveces, pero no era tonto, sabía cuando algo iba mal y se preocupaba como todos, especialmente por el grupo, aunque les temía, no tenía corazón para ser malo, había pasado 2 semanas desde que llegó, ahora lo dejaban salir afuera y vagar solo, el mexicano sabía que aunque trate de huir, lejos no llegaría, su pierna estaba bien, aunque caminaba algo cojo podía pararse con normalidad, de a poco iba aceptando su destino.

Estaba en el prado explorando con la mirada atenta del oso azabache, la calma del lugar le hacía distraerse de estar todo el día encerrado.

— ¡Missa!. Se dio la vuelta con cuidado para ver a Mayichi correr al nombrado, que se mostró sumamente emocionado, ambos se abrazaron con cariño, la pobre chica estaba tan feliz de ver a su retoño. — ¡Por Dios!, no tienes idea de cuanto te busqué.

A lo lejos Spreen observo, no se preocupo demasiado, aún así debía estar atento de cualquier cosa, la conversación de estos iba sobre lo que pasó con el pelinegro, conversación que no paso por alto.

— ¿te uniste a su equipo?, Me hubieras dicho, estoy feliz de que estés a salvo. Acaricio la cabeza del joven que sonrió ante el cariño.

— Sí, algo así, perdón si te preocupe mucho. Sonrió apenado mientras se soltaba del abrazo, quería pedirle ayuda pero con la mirada en la nuca que tenia, un movimiento en falso y lo encerraban.

Aun así su conversación fue cortada por un alboroto, incluso Spreen había dejado de vigilarlo por ello, resulta que Quackity había sido herido con una poción de veneno, Missa se despidió de la mujer prometiendo volver hablar, algo extrañada acepto.

El joven mexicano ingreso a la casa cojeando nuevamente en donde escuchaba todo, Rubius estaba mas alterado que todos.

— ¡Me vale una mierda las reglas, iré a buscar las cosas para hacer una poción!. Gritó Ruben saliendo de la casa muy molesto, Shadoune fue el que le siguió por si necesitaba ayuda.

Spreen cambiaba de nuevo el paño frío.

— ¿puedo ayudar?. El oso sonrió un poco para afirmar.

— iré a traerle comida, tu cuídalo en lo que vengo.

Quackity estaba completamente dormido en aquella cama blanca, la fiebre que tenía era interna, una consecuencia de la poción, por lo que era difícil regular su temperatura, aún así, puso el trapo frío en su frente, limpiando cuidadosamente sus facciones, estaba cerca de este, podía escuchar su respiración algo irregular por culpa de la temperatura alta, se iba alejando para mojar de nuevo el paño hasta que le agarraron la muñeca, eso le sorprendió debido a la fuerza del agarre.

— ¿Quackity?.

— No te alejes. Murmuró con una voz un tanto ronca, otro suave jadeo salió ante el toque de Missa por su frente, odiaba la fiebre interna, nunca mejoraba rápido, las manos del mas bajo estaban frías, cosa que encantaba al pato.

— Ay no. . . Tienes chucho. Murmuró.

Chucho: fiebre interna o temperatura alta en el cuerpo causando delirios en quien lo sufre, incluso aumenta la fuerza física, el enfermo no es consciente de lo que hace, aunque parecen despiertos.

Quackity se sentó en la cama, preocupando a su adverso que trato de recostarlo de nuevo pero solo logró ser agarrado de ambas muñecas y tumbado a la cama, quedando bajo el pato, ninguno dijo nada, forcejeo para soltarse pero el agarre era firme, ¿cómo podía tener tanta fuerza alguien que no era consciente?.

— No me dejes, por favor. De nuevo esa voz ronca que le erizaba la piel.

El bilingüe se rindió ante la fiebre y cayó encima del otro, aunque el condenado se tomó la molestia de dormir en el pecho de Misael, como si fuera el lugar mas cómodo, aunque siendo sinceros, cualquiera querría dormir allí, eran voluminosas, suaves y llamativas sin aquellos abrigos que lo escondieran.

— Ya vine. Ingreso el Híbrido para ver la escena.

— Ayúdame.

— ¿no te suelta?, amigo como tiene tanta fuerza este hijo de puta. Quiso ayudarle pero solo logró que se aferrara mas. — Yo digo que te quedes ahí.

— ¡Spreen!, Necesito moverme. Se quejo Missa.

— Tus tetas son suaves. Habló Quackity tranquilamente.

Ambos se quedaron callados, especialmente el amante de los esqueletos que se coloco rojo, el otro se reía por ello.

No podía hacer sus planes si de esta manera lo acorralaban siempre, el mexicano se dio cuenta que aveces aquel equipo adulaba por su atención, desde tratar de hacerlo reír hasta darle regalos, que educadamente rechazaba, se sentía sofocado y acababa llorando, negándose a ver a nadie.

Desde esas semanas donde estuvo casi inmovilizado aprendió las rutinas, cambian de vez en cuando pero nada nuevo, la semana pasada lo dejaron solo por primera vez, luego de una sutil amenaza de herir a otros, no intento escapar, aún así Xocas había llegado tratando de darle el celular, el problema era el aroma, aunque lo escondiera e hiciera pasar como suyo, Spreen y Rubius lo notarían demasiado rápido.

Al volver en su realidad, la habitación estaba en silencio, no podía moverse, primero por el pato y segundo, ¡El condenado Oso le dormía encima también!, suspiro rendido.

— los odio. Murmuró a la nada.







Paso dos completo.















• al final de cada episodio dejaré unos datos de mi HC.

Headcanon:

— Missa Adora los animales, aunque le tiene algo de miedo a los lobos.

— Spreen tiene demasiada fuerza como para aplastar un cráneo humano o levantar un trono de roble grande solo.

— Shadoune tiene miedo al abandono, por lo que es muy apegado a Missa y a su grupo.

— Quackity fan número 1 de las chichis de hombre de Missa.

— Rubius tiene vértigo pero bobo que es se le olvida muchas veces.

A Salvo con nosotros | MissabowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora