Accidente Nocturno

Cap. #2

- Está bien, está bien... Ya deja de mirarme así, me voy a meter a bañar para tratar de quitarme las feromonas -dice Ryusei, algo irritado a su vez suelta un suspiro mientras entra al baño.

- bueno, iré a buscarte ropa limpia - dice mientras empieza a caminar a una habitación desapareciendo de la vista de Ryusei.

- Quien será ese maldito estúpido Alfa con el que estuviste... - susurra para sí mismo bástente celoso y molesto.

Unos 5 minutos después, Ayato entra en el baño con unas prenda de ropa y una toalla, los deja en mini estante antes de irse, mira a Ryusei, lo nota algo pensativo y con un pequeño sonrojo casi imperceptible decorando sus mellijas, esto hace que el chico con rasgos de zorro frunza el ceño de forma poco notable mientras cierra la puerta detrás de él.

Mientras tanto, en esa misma mañana, aunque una media hora después de la huida del omega del hotel. Se encontraba un enigma, de unos 25 años, cuya cabellera negra con las puntas azul gris y dos mechones violeta. Se estaba despertando con un leve dolor de cabeza algo pulsante, mientras a su vez dejaba ver sus ojos de color dorado con la mitad superior de color negro en ellos, que le haciéndole juego con las dos líneas de escamas de color negro brillante debajo de sus ojos. Este se levantaba de la cama algo confundido mientras notaba que se encontraba solo en una habitación de hotel, pero en ese momento él solo se preguntaba como fue que llego a ese sitio.

El enigma lo primero que pudo notar fue que estaba rodeado de sus propias feromonas olor a Cedro y Vino, pero rápidamente sus fosas nasales captaron que en su cuerpo y en cierta área de las sábanas, al igual que en la cama, había un rastro de feromonas que este desconocía, pero atrayente para su ser, una dulce, pero cautivadora mezcla entre Gardenias, Melocotón y Vainilla.

- parecen ser fenómenos de un Omega... qué delicada parece ser son sus feromonas, pero bastante fuertes como para poder distinguirse entre mis fuertes feromonas... qué dulzura, esta mezcla de olores, me son tan agradable...- al empezar hablar dejaba escuchar acento británico al hablar el mismo de forma fascinado y a gusto con el olor del omega, a su vez de forma inconsciente busca al dueño con una mirada rápida.

- es obvio que estoy solo en esta habitación... - se respondió rápidamente mientras deja ver una mirada algo decepcionada por no ver ni conocer al dueño de esas feromonas encantadoras para él.

El enigma, por mucho que este tratara de recordar como era la persona o por lo menos su nombre, aunque le era casi imposible para él, ya que el alcohol le había hecho borrar casi todo lo que hizo esa noche después del consumo de este. Había algo y eso eran unos pequeños fragmento vago en su mente, entre todos esos había algo sobre una cabellera blanca con un pequeño mechón solitario de color rojo en ella. Mientras estaba distraído se dirigía al baño cuando el sonido de su celular le llamó la atención haciendo que se detuviera por unos segundos.

- ¿Quién será?.. - cambio su rumbo a una de la mesita dónde se encontraba su celular sonando. Al ver la pantalla de este pudo ver que tenía la foto y nombre de uno de sus amigos con los que se había reunido para levantar le el ánimo a uno ellos, ya que su pareja le había terminado y de paso tomar unos tragos para recordar los viejos tiempos.

- 《 Él debe de saber algo sobre ese Omega》- asumió rápidamente en su mente, poco antes de contestarle la llamada a su amigo.

▪︎ En llamada

- [¡Hola, Gavin!, ¿Cómo te encuentras con la resaca?] - por como hablaba se notaba que era él menos que bebió esa noche.

- Solo tengo un leve dolor de cabeza, pero, por otro lado, parece que tú estas, bástente bien, jaja - algo apenado.

- [tampoco es que yo pudiera tomar mucho, ya que yo era el que iba a conducir] - comentó algo resignado.

- [si no mal recuerdo cuando éramos adolescentes a ti casi ni te afectaban las resacas después de las competencias que hacíamos jaja] - menciona con algo de nostalgia.

- Jaja qué recuerdos... Oye, ¿de casualidad anoche no se me acercó algún Omega? - escupió la pregunta rápidamente con una poca esperanza de que su amigo tal vez sepa algo.

- [Mmm... Pues mucha gente se te acercó tratando de llamar tu atención, pero tú ni caso, sino mal recuerdo] - afirmó entre con algo de obviedad y con un poco de sorpresa.

- ¿a nadie? ¿Estás seguro? - pregunto de forma algo insiste.

- [Pues si, como te dije, ni los miraste. Aunque hubo un chico que había llegado unas horas después que nosotros, que no dejaba de acaparar casi toda tu atención, pero este ni te volteaba a ver por estar con su grupo de amistades] - volvió a comentar con algo de sorpresa en la voz por tal acción de su amigo.

-... ¿Yo fui quien estuve mirando al chico?... ¿Cómo era él?, ¿de casualidad era un Omega? - Gavin suelta esa pregunta un poco sorprendido y algo en shock con la mirada algo perdida.

-[solo recuerdo que tenía una cabellera que era como un color muy claro o incluso pudo haber sido blanco, pero no pude mirar bien ni le pude poner atención por Hiro que no sé si estaba a punto de desmayarse o de vomitar por la borrachera, aunque creo que Yamato te puede decir, ya que era uno de los menos borrachos y casi estuvo cerca de ti en casi en esos momentos antes de irnos].

- Bueno, gracias por la ayuda - colgó la llamada sin decir adiós a su amigo.

Mientras el enigma solo daba un suspiro y se pasaba la mano por el cabello, algo frustrado para luego proceder a llamar a su Yamato, pero este solo lo mandaba al buzón de voz después de varios intentos con el mismo resultado. Este solo se fue a la ducha para que el agua le despeje la mente, aunque había una cosa que se quedara muy grabada en su mente, estas son el pequeño recuerdo del cabello blanco con el mechón rojo y la otra cosa fue el aroma de esas feromonas.