8. Fugaz

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Ella trazaba líneas jugando a ser arquitecta, líneas que se transformarían en murallas para proteger el castillo maldito en el que se encontraba.
Ella no era tonta, solo quería proteger sus miedos.

Ella navegaba en un barco hundido deseando conquistar nuevos mares. ¿Era la reina pirata o una simple rehén del caos? Se preguntaba casi todo el tiempo. Aventura, era una palabra difícil de aceptar, era demasiado arriesgada, pero tenía tantas ganas de naufragar que hizo de sus sueños una isla desierta.
Ella era feliz en su mundo de ensoñación pero estaba sola.

Ella gritaba en silencio frases dolorosas y repetía en su mente que no significaban nada. Se engañaba hasta quedarse dormida para comenzar sin energía la rutina que tanto odiaba aunque fuese lo único que tenía seguro en su vida.
Ella era sutil y fugaz.

Un ángel en cautiverioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora