𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐒 ═ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧

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⦿⧽┅┅┅┅┅ SUNG HANBIN ┅┅┅┅┅⧼⦿

Unos golpes sonando por la casa me despertaron. Al abrir mis ojos lo primero que vi fue el rostro de Hao aún dormido. Sonreí por lo tierno que se veía con las mejillas infladas. Me quedé viéndolo por unos minutos; Zhanghao realmente es muy hermoso. Su nariz, sus ojos, sus mejillas, su mentón, todo de él era perfecto, sobre todo sus labios, los cuales quería probar. Ya lo tengo claro, él me gustaba.

Intenté moverme de mi sitio pero sentí una presión en mi cintura. Removi la manta y vi la mano de Hao tomándome como si fuera un peluche. La presión de su agarre hacia mi cuerpo se sentía bien. Me gustaba estar de esa forma.

- ¿Dormiste bien? -su voz me hizo sobresaltar.

- ¿Cuánto tiempo llevas despierto? -le pregunto avergonzado, de seguro se habrá dado cuenta que lo estuve mirando.

- Unos diez minutos.

- Entonces tú también escuchaste los golpes ¿verdad? -él asiente con la cabeza y ambos nos levantamos sin hacer mucho ruido para no despertar a los chicos.

Todos dormían, pero sentía que alguien faltaba. Keita, Gunwook, Yujin, Matthew, Taerae, Gyuvin, Junhyeon...¿dónde mierda está Junhyeon?

Los golpes se hicieron presentes otra vez y ahora sonaban más fuertes. Traté de seguir el sonido y corrí hacia al fondo de la casa para saber qué lo ocasionaba.

- Hanbin, ¿qué haces? -pregunta Hao atrás de mí con la respiración agitada, corrió para seguirme.

- Junhyeon no está, y de aquí es donde provienen los ruidos.

- ¿Tú crees que...?

- Sea lo que sea que pase, debemos tener cuidado. -digo al notar su expresión nerviosa.

Detrás de la cocina había un espacio sin muebles ni luz, solo tenía una puerta que aún no abríamos. Otro golpe sonó y pude confirmar que provenían de adentro. Miré a Zhanghao y girando el pomo de la puerta, la abrí teniendo una situación extraña frente a nosotros.

- ¿Jun...? -suelto al verlo tratando de abrir una ventana de esa estrecha habitación. Él voltea hacia nosotros y notamos que tiene los ojos rojos e hinchados, como si hubiera llorado.

- Amigo, ¿te encuentras bien? ¿Qué estás haciendo? -dice Hao, tratando de ayudarlo a salir, pero él se negaba, cubriendo su rostro con sus manos.

- ¡Quiero salir de esta casa! -grita jalando sus cabellos.- ¡No quiero estar aquí más tiempo! ¡No con eso entre nosotros!

Lo que dijo me dejó desconcertado. ¿Eso? ¿Qué era 'eso'? Tenía muchas preguntas, pero no quería abrumarlo más de lo que ya estaba.

- Vamos a la sala para que puedas sentarte y respirar mejor. Aquí te vas a sofocar. -Zhanghao le extendía su mano para intentar sacarlo de ahí, pero Junhyeon aún dudaba.- Por favor, confía en mí.

Al oír aquello, el castaño salió despacio, tomando su mano y teniendo la mirada al piso. ¿Qué le había sucedido para que terminara así de asustado?

Vi como Hao lo llevaba a la sala e intentaba calmarlo. Esa era una de las características que amaba de Zhanghao, siempre ayudaba y daba tranquilidad al grupo; todos confiábamos en él.

Me acerqué y vi a los chicos recién despertados y preocupados a su alrededor. Ninguno le hacía preguntas, pero sé que esperaban las respuestas con ansias. Cuando Junhyeon ya estaba más tranquilo y respiraba de forma normal suspiró antes de hablar.

- Perdónenme, no quería asustarlos de esa forma. -decía con la mirada baja.

- No te preocupes. ¿Te sientes bien como para contarnos que sucedió? -Jun miró a Zhanghao y asintió para luego mirarnos a nosotros.

- En la madrugada, cuando todos estábamos dormidos, escuché que alguien hablaba, por lo que me desperté para buscar al sonámbulo. Pero todos estaban callados, a excepción de Gyuvin que roncaba como tractor.

- ¡Ey! ¡Yo no ronco! -interrumpió Gyuvin pero fue callado inmediatamente por Keita.

- Entonces, fue ahí cuando vi a una sombra oscura que me miraba con los ojos rojos. No pude moverme ni gritar. Me asusté demasiado.

- Debe ser la misma silueta que vimos. -susurro en el oído de Zhanghao y este asiente despacio.

- Lo peor fue cuando se me acercó y tomó mi cuello para a apretarlo. Juro que luchaba por respirar y gritar por ayuda, hasta que Taerae se movió un poco y la silueta me soltó desapareciendo.

- ¿Eso significa que te salvé de forma inconsciente? -dijo Taerae con aparente orgullo, haciendo reír a Junhyeon.

- No dormí en toda la noche, me la pasé llorando en silencio. Cuando vi que ya había más luz en la casa empecé a buscar una salida en todas las puertas del primer piso. Incluso intenté romper los vidrios de las ventanas, pero es imposible.

- ¿Entonces no tenemos salida? -pregunta Yujin y Junhyeon asintió apenado.

- Todo esto es muy terrorífico. Ya no quiero dormir aquí abajo.

- No te alteres. Podemos tomar las habitaciones de arriba y dormir más tranquilos. Hanbin y Zhanghao hyung subieron ayer. -soltó Matthew, dirigiéndose a mí.- ¿Se puede dormir ahí?

- No revisamos todas las habitaciones. -respondo.

- Primero debemos buscar una salida de esta casa. Si no encontramos nada, dormiremos arriba hasta poder irnos de este lugar. -dijo Keita, caminando hacia la pequeña habitación en la que encontramos a Junhyeon.

- Hay que dispersarnos. -propuso Gunwook y todos le obedecieron, yendo a distintos lugares de la primera y segunda planta.

Gyuvin, Yujin y Gunwook revisaron arriba, mientras que Hao, Keita y yo buscamos abajo, dejando a Taerae y Matthew cuidando a Junhyeon, quien aún se veía asustado por lo que presenció horas atrás.

Pasaron aproximadamente dos horas, y ninguna ventana se podía romper ni abrir. De la misma forma las puertas. Estábamos enloqueciendo al no encontrar salida alguna.

Las horas pasaban, y el hambre aparecía; entonces entramos a la cocina buscando algo que comer en la alacena, pero lo que vimos nos dejó pensando.

Ayer, Taerae y Matthew habían encontrado nueve latas de frijoles, y ahora, en el mismo lugar, habian ocho latas idénticas apiladas.

- Ayer solo vimos nueve...¿qué está pasando?

- Juro que si revisamos la alacena y no había nada más.

Dijeron ambos chicos con cierta desesperación al expresarse. Hao se acercó y también pareció confundirse.

- Es cierto, ayer vi en la basura las nueve latas, las cuales comimos. Me encargué de revisar toda la cocina para ver si encontrábamos algo más apetecible, pero no había nada. Estaba vacío. -me explicó Zhanghao, acercándose a la alacena.

- No me gusta para nada esta situación. Yo no comeré hoy. -dijo Taerae saliendo de la cocina, aparentemente asustado.

Lo entiendo. Todo lo que está sucediendo me asusta, pero mostrarlo solo pondría al grupo en peor estado. Sé muy bien que ellos confían en mí y mi capacidad para mantener la calma, por lo que no debería portar un carácter nervioso.

Salgo de la cocina, y veo como los tres chicos bajan de las escaleras con las miradas preocupadas. Podía imaginarme lo que dirían.

- ¿Y? ¿Encontraron algo? -pregunta Keita, mirándolos ansioso.

- Al parecer, otra vez dormiremos hoy aquí.