"Y fue tu corazón mi primer tambor de guerra"
Habían sido días bastante movidos.
Pero el caos aún no terminaba.
Con toda la discusión que hubo entre Salomé y su papá, supe que realmente no la tendría fácil con él.En gran parte lo entendía.
¿Cuál padre quisiera ver a su hija con un ex drogadicto asesino culpable de que a ella la secuestraran e hirieran? Por qué aunque yo había cambiado, esa parte de mí siempre iba a estar ahí. Yo no podía borrar el pasado.
¿Cuál padre querría que su hija de veinte años se embarazara de un tipo que solo la había engañado?Realmente podía comprender a Roberto.
Pero si bien es cierto, Salomé ya no podía cambiar las cosas y diciéndole repetidamente todo lo que ha hecho mal no iba a llevar a ningún lado.Pero dentro de todo esto si pude observar algo realmente diferente: La forma en la que ella habló con su papá. Siempre ha sido bastante terca y obstinada pero, a pesar de saber que su padre tenía razón en muchas cosas, ella estaba dispuesta a defender aquello que para ella ahora era importante–incluyéndome–y yo también estaría dispuesto a hacerlo.
Es por eso que decidí no darle mucho color a las cosas y mejor concentrarme en lo importante: apoyarla con el bebé.
(..)
Hacía días que había vuelto a ver a Lena, después de topármela casualmente en el supermercado.
Sigo sin tener recuerdo alguno de ella en los voluntariados.
Pero se había cambiado a mi hospital y habíamos vuelto a hablar.
Era una chica extremadamente hermosa e inteligente pero sobre todo amable y divertida.
Era muy ameno compartir con ella puesto que no sabía más nada de mí, solo el hecho de que soy el Doctor Heine. Así que nunca me sentí juzgado ni por mi personalidad ni por mi pasado.Habíamos hecho una gran amistad los últimos días durante las pausas. No trabajábamos en la misma área pero era inevitable no poder encontrarla una que otra vez en los pasillos del hospital o en nuestros encuentros en la cafetería.
Creía firmemente en que podríamos llegar a ser muy buenos amigos.
Ese día, mi turno había terminado un poco después de las tres. Quería ir por Salomé para luego regresar a la cita de ecografía pero ya me había informado que sus papás insistieron en traerla.
Será nuevamente incómodo.
Pero no me importa.
Al diablo todo.En este momento me hacía mucha ilusión acompañarla. Aunque no fuese mi bebé, aún así yo estaba dispuesto a hacer parte de todos los momentos importantes para Salomé. Y si ella quería tenerme ahí, así sería.
Había estado esperando su aviso de que habían llegado pero aún no había recibido notificación alguna.
Lena, quien tenía un turno diferente al mío, casualmente tuvo en ese momento una pausa así que nos encontramos en la cafetería.
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NIKLAS II (As long as you love me)
RomanceLibro #2 ¿Será cierto aquél refrán de que "El tiempo lo cura todo"? Cuándo crees que tus heridas del pasado han cicatrizado, el destino te demuestra que las llagas de tu corazón siguen abiertas... Cuándo crees haber tomado la decisión correcta, el...