Hé Yuán [Xicheng]

X

En su mente los días se transformaron en meses rápidamente, no hace mucho había sido dado de alta y enviado a casa. 

Asistir a clases no fue más que un constante dolor de cabeza, pasar por los pasillos y ser mirado con incredulidad y compasión le producían una sensación de incomodidad. Sin embargo, se animó a mantener su temple en alto. 

Constantemente se sentía con una bruma es su mente como si todo lo ocurrido con Lan Xichen se tratara de la realidad, y estos días fueran parte de un sueño.

Las mañanas las dedicaba a presentarse a clases mientras que sus tardes se convertían en exhaustivas conversaciones con Wei Ying, quien, aún pasado un mes del incidente, le insistía en que le confiara a él lo ocurrido en esos días que estuvo desaparecido. No obstante, cada que esas palabras salían de su hermano, él tan sólo se limitaba a darse la vuelta y encerrarse a su habitación. 

No, no hablaría, todas esos días y noches que compartió con aquel dragón celosamente los guardaría para sí mismo. 

- A-Cheng, Lan Zhan me invitó esta noche a cenar a su casa ¿Qué te parece si nos acompañas? –

Había mencionado Wei Ying en unas de esas tardes en las que ambos hermanos estaban acomodando los libros de la biblioteca.

- ¿Por qué tendría que ir? No quiero ser la manzana de la discordia en su velada – preguntó tomando el libro de la caja en sus manos y regresándolo al estante.

- Vamos A-Cheng, míralo como una oportunidad, desde que regresaste no has aceptado ninguna de mis invitaciones, y cuando te invito, sólo te encierras en tu habitación, vamos, sólo por esta vez hazme caso –

La mirada de Wei Ying reflejaba la preocupación que Jiang Cheng le provocaba todos los días que éste se negaba a salir y se quedaba solo en casa. Por esta vez, lo pensó por unos segundos hasta que lo reconsidero y quiso dar la oportunidad de complacer a su hermano e ir a la casa de Lan Wangji.  

- Está bien, iré – murmuró para su hermano, provocando que este le envolviera con sus brazos y lo apretara hasta sentir que le faltaba el aire.

El sonido de los cubiertos resonaba por todo el comedor mientras que comían en silencio como era costumbre de la familia del novio de su hermano.

- Espero que no te moleste que haya invitado a mi hermano, Lan Zhan – habló Wei Ying en un intento de romper el ambiente incómodo que se acentuaba sobre ellos.  

La casa parecía estar vacía, tan sólo eran ellos tres en la cena que supuso sería una reunión familiar, pero estaba equivocado. Por la comida, los detalles y la ropa de Lan Wangji, era evidente que su cuñado no esperaba su llegada. 

En fin, toda la tensión en ese momento era consecuencia de la insistencia de Wei Wuxian.

- No – había respondido Lan Wangji limpiando sutilmente la comisura de sus labios – Es bueno verte de nuevo, Wanyin – mencionó posando fijamente su mirada dorada sobre él, haciendo que él mismo endureciera su mirada hacia su cuñado.

- Me alegra escucharlo, Lan Zhan – rápidamente interrumpió estruendosa voz de Wei Ying.

Y no era para más, la cena había sido amena hasta que observó como su hermano y novio se miraban el uno al otro como si quisieran que el otro se lo tragara la tierra. 

Siguieron con la cena mientras la risas y bromas de Wei Wuxian se transformaban en la melodía de la velada. 

Ver a su hermano feliz, disfrutando de la compañía del no tan animado Lan Wangji, le provocaron una sensación de envidia, pues de ahora en adelante estaba seguro de que él no sería el candidato perfecto para sentir un poco de amor.