Hé Yuán [Xicheng]

III

ADVERTENCIA 

Éste capítulo contiene escenas 18+

_______________________________________

La tención era palpable en la habitación. Ambos, príncipe y rey, se miraban con disgusto ante la negativa de renunciar a su propósito. Xichen se compuso en su lugar esperando la respuesta de Wen Rouhan.

- Aunque no lo crea príncipe Lan, conozco sus intenciones- decía mientras se acomodaba en su lugar, sirviéndose otra copa - Como también estoy consciente de que su consorte y usted no estarán en paz hasta que yo detenga esas propuestas ¿no es así? - mencionó con burla mientras una media sonrisa dibujaba su rostro. 

A ese punto la furia de Xichen estaba al límite, claramente Wen Rouhan no se detendría, y buscaría la manera de arrebatarle a Wanyin de sus brazos. Teniendo que raptar al doncel y llevárselo al reino Wen, o desatar una guerra entre los reinos. 

- Creo que usted más que nadie Príncipe Lan, conoce muy bien mis intenciones con su consorte, así que... - confesó levantándose de su lugar y colocándose frente a Xichen.

Para Wen Rouhan, ver al joven príncipe enterrar la uñas en sus palmas era un deleite, no faltaría mucho para hacer que el reconocido Lan Xichen perdiera la paciencia - Con la pena Joven Príncipe, yo no detendré las propuestas hasta tener al Joven Jiang a mi lado - declaró mirando directamente a los ojos del príncipe, observando como las pupilas de éste se oscurecían y su ceño se profundizaba. 

- Supongo que usted sabe lo que esta significa Joven Príncipe Lan - sentenció dando la espalda a Xichen mientras caminaba a la salida satisfecho con el resultado que ocasionaron las pretensiones de sus palabras al príncipe. A pesar del riesgo que implicaría su objeción, Xichen estaba determinado a una cosa "Sí tenía que llevar todo esto a guerra, lo llevaría". Xichen no estaba dispuesto a entregar a Wanyin así como así sólo por complacer el capricho de un rey egocéntrico como Wen Rouhan.

- Con todo respeto Rey Wen - habló haciendo que Wen Rouhan se detuviera en la entrada del salón - Estaré dispuesto a aceptar las consecuencias, no permitiré ofensas a mi consorte ni mucho menos a mi reino - declaró ocasionando la risa Wen Rouhan, quien sólo se divertía con la furia que Xichen reflejaba en su voz. Tomando un suspiro, miró por el rabillo del ojo hacia Xichen.

- Entonces, que así sea Joven Príncipe - resolvió Wen Rouhan saliendo del salón, seguido de su séquito de guardias.

Durante días y noches Lan Xichen estuvo a la espera de algún ataque por parte del reino Wen; sin embargo, eso nunca llegó. Así que, por un momento, dejándose de preocupar por lo que podría suceder, se dedicó completamente a disfrutar de su consorte. 

Cada noche la joven pareja se complacía mutuamente como en su primera noche de casados; todo indicaba ir bien en un inicio. No obstante, comenzaron a hacer las pequeñas discusiones parte de su rutina, más por parte el joven de ojos azules. 

La razón que frustraba a Jiang Cheng era evidente; si bien lograba compartir su energía con Xichen, no obtenía resultados de estar compartiendo la cama todas las noches con su esposo, y la presión constante por parte del consejo del Reino Lan por tener pronto a un heredero, sólo empeoraban la situación.

La desilusión se apoderaba de Wanyin, y esa era la misma tormenta que Xichen tenía qué calmar todas las noches mientras abrazaba el cuerpo desnudo de Jiang Cheng contra el suyo. Eso sirvió por un tiempo hasta que en una de esas noches Wanyin ya no lo soportó más.

- ¡Sólo quiero que me expliques por una maldita vez por qué no puedo darte un heredero! - gritó contra su esposo mientras lanzaba la taza de té que tenía en sus manos hacia la puerta del Hanshi.