Capítulo 13: Cady

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Había transcurrido otra larga noche en Chicago. En otro amanecer, Andy escucharía su alarma que a veces la perturbaba su sueño, y apenas escucharlo, lo apagó para levantarse de la cama. Entreabrió sus ojos, tratando de toparse con Megan.

Sin embargo, al momento de reincorporarse en esa mañana, se llevó una muy mala noticia por esos minutos. El Niño se había sorprendido por lo encontrado en su cuarto. Megan no estaba.

Solo cómo evidencia de su posible escape en la madrugada, era su Cojín que le cargaba su energía, el cual, estaba totalmente vacío y sin la muñeca. 

Andy, angustiado por la ausencia de la rubia, se acercó lo más rápido que pudo a la cocina de su casa, hasta buscaría en la sala de estar, por si su juguete se hubiese cambiado de lugar.

Una mala pata para el chico, pues ni siquiera Megan estaría en el sofá de su sala. Una vez entrando a la cocina, se halló a su Madre que hace poco y tendría la energía para prepararse algo. 

Karen, notando que su Hijo, expresaba relativamente preocupación por una situación, la joven madre, le quíso preguntar por ello.

Pero, parecía que Andy estaría lo suficientemente ocupado para solo encontrarse a la androide.

— Andy, ¿Qué sucede? Te noto preocupado esta mañana.— fue la pregunta que haría reaccionar a su Hijo, de su búsqueda. 

— Perdón Mamá, no tengo tiempo para contestar esa pregunta. Debo encontrar a Megan.— le respondió muy apresurado Andy, pasando de cuarto en cuarto. 

— ¿Por qué? ¿Qué pasa con Megan? ¿No la encuentras?— varias dudas le hizo saber Karen, quién quedaría contagiada de esa angustia también. 

— Si, no la encuentro por ningún lado. Cuando me desperté, no estaba reposando en su cojín. Debió escapar por la noche.— otra contestación presurosa del Niño.

— ¿No sabes en donde podría estar, Mamá?— agregó otra cuestión. 

— Discúlpame Andy, yo tampoco tengo ni la menor idea en donde se metió tu muñeca. Si esto te funciona, anoche escuché unos sonidos en la cocina.— hizo una revelación la joven.

Siguiendo con esa prisa por su cuerpo, Andy se decidió aproximar por donde era la cocina, alcanzando a oír esas palabras afirmadas por su propia Mamá.

Teniendo todavía esa cara de angustia, haría otro interrogatorio el Niño hacia la de pelo negro. Realmente quería tener de regreso a Megan, lo antes posible. 

— ¿Sonidos? ¿Qué tipo de sonidos, Mamá?— esa sería su primera duda de Andy.

— No te lo podría explicar mejor, pero solo te puedo jurar que fueron sonidos que venían de la cocina, y también, escuché algunos pasos por el pasillo.— le contestó muy segura su madre, señalando el camino mencionado. 

— Mamá, ¿Tu crees que esos sonidos fueron por Megan? ¿Es por eso que no está aquí?— le devolvió otras cuestiones el castaño. 

— Andy, tranquilo. Ya aparecerá Megan. Tal vez, quería tomar un poco de aire. Está encerrada todo el tiempo en tu cuarto. ¿No lo has pensado?— parecía que la defendía la de pelo negro. 

— ¿Esto es mi imaginación, o pareces defender a Megan?— 

— ¿Qué? Hijo, ¿De donde sacaste eso? Yo trato de ayudarte para que encuentres a tu muñeca. Ni siquiera tengo la intención de defenderla.—

— Entonces, si me quieres ayudar Mamá, busca por tu cuarto, en el baño, o en la bodega. Tenemos que encontrarla, o se meterá en serios problemas con los vecinos.— le pidió más apoyo el Niño.

Enemigos de Acero | Megan contra ChuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora