Capítulo 25: Renovación

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Cady siguió con su muñeco Buddi cómo protectora. Por más que intentara de soltarlo, no lo lograba. En su cara lo decía todo. Tenía que escuchar a Chucky si es que quería tener un acuerdo si permanecer con su "mejor amigo" entre algunas comillas.

A lo consiguiente de su Tía Gemma, regresaron a su hogar, y la primera quién se dispuso a hablar fue la Niña, teniendo la impetuosidad de sobra para empujar con necesidad la puerta, que ya se encontraba entreabierta. 

No paraba de observar los fulgurantes Ojos carmesí que se habían quedado del pelirrojo, por lo que causó, a que lo libertara de un solo tirón, para dejarlo en el piso, sin el apoyo de ella.

Ambas, de Tía a sobrina, vieron con toda solemnidad al juguete, y el de overol aún no podía entender con franqueza del porqué esas miradas. Era bastante obvio para ser cierto. 

La razón, era de lo previamente observado con Megan, con Andy, con todos los que conocía.

Sus instintos asesinos se estaban transformando, al igual que su mayor enemiga. 

Ni siquiera la pequeña olvidaba del cómo había presenciado a la rubia, en carne propia, a la merced de que su amigo castaño estaba riguroso de ella. Todo había sucedido, en un solo día. 

— Bien Chucky, ya estamos aquí. Merecemos explicaciones de lo que acaba de pasar con Andy. ¿Acaso conoces a Megan? ¿Era cierto lo que decían mis Amigos?— habló en un tono grave Cady.

— ¿Por qué deberías preguntarlo amiga? Sabes bien que Megan fue quién me convenció de rescatar a mi mejor amigo, pero ella me traicionó.— le dijo más inocente Chucky.

— Si, claro, tu mejor amigo estaba en peligro de esa cosa, y tu quísiste cuidarlo cómo tu lo hiciste conmigo. ¿Pero porqué lo hiciste amiguito?— le comentó un tanto dudosa la Niña.

— Porque lo hacían sentir infeliz, todos ponían muy triste a Andy. Tenía que salvarlo, o si no ya estaría muerto por Megan. No quería perderlo, Cady.— ya diría sin más excusas el pelirrojo.

— Chucky, yo te entiendo. Entiendo que no te gustaría ver a mi amigo de ese modo, tan asustado, tan inquieto, pero créeme. Estarás en serios problemas con ella.— 

— Megan, es muy peligrosa. Es tan peligrosa, que hasta puede arrancarte la cabeza de un jalón. Ni siquiera debiste conocerla, porque puede rastrearme a mi, amiguito.—

— ¿No te diste cuenta que nos vigilaba cuando nos fuimos del departamento de Falyn?— le haría una cuestión la de pelo lacio. 

— Tiene razón Cady. No pensaste en el alboroto que se está haciendo, solo porque tienes una enemistad con Megan. Además, ¿Cómo fue que la encontraste?— tomaría la palabra Gemma. 

— La encontré, cuando escuché que pronunció el nombre de Andy. Quería quitarme a mi mejor amigo, y no podía permitirlo, porque he sido el único que estuvo a lado de el.—

— Si ella no puede ser su mejor amiga, entonces nadie lo será.— aclaró fuerte y claro Chucky. 

— Amiguito, relájate. Esto te tiene abrumado, pero creo que esto fue por mi culpa. Te he dejado tanto tiempo solo, que no pude usarte cómo se debe.— se echó culpabilidad Cady.

— Eso no es tu culpa. Esto solo tiene que ver con esa "entrometida". No lo fue la detective Nancy, fue Megan quién cambió a mis 2 mejores amigos.— señaló en sus palabras el pelirrojo.

— Un momento, ¿Cómo te díste cuenta sobre el asesinato de la detective?— hizo esa pregunta la figura materna de Cady.

— Tía, no es lo que parece. Te lo explicaré luego, que Chucky ya te lo dirá.— le intentó convencer la menor. 

Enemigos de Acero | Megan contra ChuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora