Supongo que es mi destino

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Cuando me desperté no estaba en el coche, estaba en una cama, una de esas en las que te hundes de lo blanditas que son... pero yo no tengo una de esas, esta no es mi cama... ni mi habitación.

El pensamiento me sobresaltó pero estaba algo cansada y no reaccioné, al rato decidí averiguar dónde estaba.

Al levantarme vi una enorme ventana no muy separada del suelo, dejaba ver un gran patio de cesped que hacía sus límites con un bosque... no, con EL bosque que está cerca de la residencia, debemos estar por el otro lado ,allí fue dónde Landom me llevó la primera vez que lo vi.

Tras unos segundos me centré en el resto de la habitación, un armario en frente de la cama al lado derecho de la puerta, un escritorio en el lado izquierdo de la cama y en el otro lado la enorme ventana.

Llevaba la ropa de ayer, me puse los zapatos y me peino aunque fuera un poco con las manos para ir a investigar la casa, una escalera me lleva a la primera planta, ya que estaba en la segunda, en esta planta había más habitaciones, pero al oír ruido de abajo decidí bajar.

No sé como conseguí llegar a la cocina - esta casa es realmente grande - pero al entrar encontré algo inesperado.

Harry estaba intentando hacer unas tortitas, pero lo mejor era que llevaba una redecilla de mujer.

- No te vayas a manchar el pelo eeee - dije mientras me reia sonoramente de él.

Él se quitó inmediatamente el gorrillo ese, su pelo se removió despeinando el flequillo y sus ojos verdes resaltaban con el sol, llevaba un jersey con una blusa

- sólo lo probaba para ver si... - sonrojado confesó - vale me rindo me pillaste - dijo con una sonrisa inocente levantando las manos.

- ¿te ayudo? - al principio empecé enseñandole lo básico, mientras él hacía lo mejor que podía.

No sé en que momento empezó lo que acabó siendo ahora una guerra de comida, pero me lo estaba pasando genial.

Hasta que esquivé una bola de masa que dio en un jarrón y lo cayó.

- Harry ... - parecía caro lo que ahora estaba roto en el suelo

Él me miraba extrañado como si se preguntara por qué he parado de lanzar comida.

Ahora que me doy cuenta todo está hecho un desastre y sigo sin saber dónde estoy.

Salgo del salón y me tiro a sofa, Harry me sigue

-¿qué?-

-¿Cómo que qué? - dije desganada - ¿Dónde estoy?

- En mi casa -

Al principio me quedé confundida, no sabía que Harry tuviera tanto dinero, ni hasta hace poco que compartiésemos padre, no sabía nada...

- Te quedaste dormida y te traje para tu entrenamiento - suspiró - pequeña, si quieres ser cazadora tienes que aprender lo que no has sabido desde que eras niña, a nosotros nos entrenan - joder más cosas raras - tu eres diferente y tienes esa desventaja

- ¿Ha qué tengo que aprender? -

- A defenderte, disparar... huir -

Me levanté y me quedé paralizada, había pensado que llegaría ese momento en el que aprendería a defenderme, nunca crei que llegaría de esta manera.

Pensar en que yo empuñaria esa arma, un arma que podría marcar el destino de una persona, disparar, y ver como se desangra... muriendo...

- No puedo -

- Sí tu tranquila sólo... -

-  ¿¡ sólo qué ?! ¡¿No lo entiendes ?! Decubro que tengo un hermanastro materno loco, otro paterno que eres tú y ahora... ¿¿quieres que sea una asesina porque estais absurdamente enfrentados??

- ... - simplemente me miró avergonzado y me iba a decir algo pero bajó la cabeza.

Justo antes de subir escaleras arriba para hacer mi salida dramática, porque sinceramente no tengo ni puta idea de a dónde ir, él dijo.

- Violet... no te enfades... simplemente no quiero que llegues al entrenamiento y te maten  - me giré, lo había dicho tan simple que me asusté.

El sólo quiso ayudarme, todo esto está pasando... es real, intento esquivarlo pero me tropiezo más con los mismos problemas, tengo que decidir enfrentarme o dejarlo todo.

- Es muy tarde para dejarlo - me dijo - Yo también pensé que sería lo mejor pero no ... no puedes

No podía dudar de sus palabras, sé que él no podría, jamás dispararía... aunque no lo conozco tanto.

Si es demasiado tarde lo enfrentaré, porque mi padre me obligó, porque Harry me lo ruega, porque es mi destino estar en esto y sí, puedo luchar contra él, pero no quiero más batallas.

Salgo al gran patio, me paro frente al bosque y lo miro mientras pasan innumerables recuerdos por mi mente sobre aquel indescifrable rubio...

- Idiota... - susurro para mí misma.

Me dejo caer en la hierba y no noto el paso del tiempo, ¿por qué no recuerdo nada del pasado aún? Seguro que está relacionado con todo esto...

Llegó un momento que diría que mi mente estaba completamente en blanco y al mismo tiempo procesaba lo que decía Harry... ¿pelear? ¿defenderme? ¿Disparar?

Miré hacia la casa y allí estaba él mirándome con una sonrisa, vuelvo mi vista de nuevo a las nubes, mi paz.

Cuando se me duermen las piernas me levanto por necesidad, me duelen, pero de repente alguien me abraza por la espalda y me susurra al oido:

- Gracias por elegirme, por seguir adelante- unas palabras que necesitaba desde hace mucho tiempo, para saber que alguien estaba conmigo.

Una regla que romperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora