Polluelos / ASL ONE PIECE FANFIC

EL NACIMIENTO DE UN DIOS [V.F]

Mientras Puño de fuego era derrotado, la mano derecha de los piratas de Barbablanca no se contuvo en lo absoluto en su lucha contra las bestias de sombra y los pájaros robots.

"Rara...Ra...a.." otro pájaro robot cayó al suelo gracias al ataque de Marco.

A diferencia de las bestias, los pájaros eran más fáciles de derivar pero no menos molestos. Marco intentó esquivar las balas de aquellas aves, sobre todo por que ahora recuerda lo que probablemente son. Balas hechas de oscuridad, si solo una de esas llegará a darle, ya no podrá transformarse en lo absoluto hasta que se la retiré.

Ya se estaba bastante cansado de pelear con esas bestias, el haki les afecta pero aún así toma más de un golpe vencer a solo uno. Y tan pronto termina con uno otro aparece detrás suyo listo para atacar.

"¡Toma eso, bestia!" Algo golpeó de lejos a una de las bestias que estaba a punto de atacar a Marco. La criatura desapareció y todo lo que quedó fue una bala de piedra marina.

"¡Haruta!" Marco gritó sorprendido al ver a su hermano.

Haruta empezó a derribar a las bestias en cuestión de segundos. "¡No soy tan bueno con estas cosas! ¡¿Por qué no trajimos a Izou?!" Haruta se quejó mientras derribaba a otra de esas criaturas.

"Me alegro de que estés bien, me preocupé cuando me di cuenta de que te dejamos en el tercer anillo." le dijo Marco a su hermano mientras Haruta asentía y le daba un arma a Marco. "El haki los afecta pero no tanto como la piedra marina, un solo golpe y están fuera".

Rápidamente estaban peleando al unísono, con un increíble trabajo en equipo que solo podía ganarse con años de experiencia.

Pronto llegaron los refuerzos en forma de soldados comandados por Liling.

"¡Ese es el último! Hay que movilizarnos, tenemos que encontrar a Ace lo antes posible", anunció Liling mientras continuaban su búsqueda.

Después de lo que parecieron ser horas, encontraron el sombrero de Ace en el suelo. Continuaron buscando a Ace, pero no estaba por ningún lado.

Tanto las criaturas de la sombra como los robots desaparecieron por completo un tiempo después.

Todos recibieron la señal de reagruparse en el templo, donde Marco fue interrogado sobre el paradero de Lin. Marco no era de los que mentían en algo tan importante, por lo que sin dudarlo les explicó lo que le había sucedido a Lin.

Lilin entendió la situación y optó por creer en las palabras de Marco. Por otro lado, Liling no aceptaba lo que ella llamaba tonterías. Incluso si el fuego azul que rodeaba el primer anillo era prueba suficiente de lo que le sucedió a su hermano.

"Tenemos algo que tal vez quieran ver..." Uno de los enviados a revisar el área en busca de cualquier inconveniente regresó con el casco de Lin. Se lo dieron a Liling, quien lo abrazó con fuerza.

"Él nunca se va sin él, tal vez se lo llevaron. Esto no tiene por qué significar otra cosa…" dijo Liling con una mirada decidida.

“Es difícil, tampoco quiero que sea así. Pero lo correcto es que decidamos qué haremos ahora,” dijo Lilin, mirando a su hermana a los ojos.

“Cierto…” respondió Liling, dando un paso al frente. “Debo buscar a mi hermano, si nadie más lo hará.”

“Liling, basta. No dejaré que sigas con esta ridiculez. No cuando sabes bien que no hay nada que buscar. Solo quieres tener una razón para negar lo que sabes que es la verdad.” le respondió Lilin, alzando la voz.

Liling se detuvo y se derrumbó en el suelo, abrazando el casco contra su pecho.

Lilin le frotó la espalda. Su hermana había comenzado a hiperventilar.