EL FINAL DE UNA ERA

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[Tiempo antes de la guerra, aproximado: Desconocido. Ubicación: Desconocida.]

Un imponente galeón pirata, equipado con la tecnología más avanzada de la época, surcaba majestuoso los cielos. Su nombre era Kingston, y en su cubierta, Peter observaba el horizonte con una mezcla de determinación y ansias. Todo iba según lo planeado; pronto daría el primer paso para cumplir su gran sueño.

“¿Está todo listo?” preguntó a uno de sus tripulantes, con una voz firme que denotaba urgencia.

“Aún no, seguimos esperando la confirmación,” respondió el tripulante, sin atreverse a levantar la mirada.

“Bien…” Peter empezó a elevarse por los aires, flotando sobre la cubierta. “¡Presten atención, inútiles hombres sucios!” gritó, captando la atención de todos a bordo.

“El lugar al que nos dirigimos tiene las defensas bajas, ya que los ojos del mundo están puestos en el cuartel general. Pero no se confíen; adentro hay individuos poderosos, de eso no hay duda…” añadió Peter con una gran sonrisa, que reflejaba su confianza. “Claro está, nuestro objetivo no es enfrentarlos. En el peor de los casos, lucharemos, pero nuestro plan es escapar, no ganarles. Recuerden cuál es el verdadero objetivo: vamos a saquear y a enviar un mensaje al mundo entero.”

De repente, el den den mushi de Peter comenzó a sonar con su característico “Pupuru…” Peter lo tomó bruscamente, irritado por la interrupción.

“¿¡Quién es!? ¡Estaba en medio de un discurso!” exclamó, agitando el den den mushi con frustración, tanto que casi lo hizo marearse.

“Soy yo, capitán. Los preparativos están listos,” respondió la voz al otro lado, firme y decidida.

“¡Oh!, ¡Perfecto!” Peter dejó que una sonrisa se apoderara de su rostro, disipando la ira que lo había invadido. “Más te vale no arruinarlo, ¡Barbablanca no debe salir vivo del cuartel general! ¡Si llega ella, prepárate para robar!” declaró Peter, asegurándose de que todos lo escucharan claramente. “¡Una nueva era está a punto de comenzar, y el mensaje debe quedar claro para todos!”

[Cuartel General de la Marina, Actualidad.]

"No tan rápido. Los dragones celestiales no me dejarán en paz si te dejo ir..." Kizaru lanzó un rayo en dirección de Luffy. Por un pelo, Luffy logró mover a Ace a un lado, evitando lo que podría haber sido un impacto fatal.

"¡Corten la cabeza de Barbablanca y Gold D. Ace! ¡No dejen que salgan con vida!" La voz de Sengoku resonó por todo el campo de batalla.

Sin los legendarios piratas para detenerlos, los almirantes y los marines volvieron a concentrarse en su verdadero objetivo. Además, los Shichibukai se habían convertido en una amenaza que complicaba la situación tanto para los marines como para los piratas.

"¡Protejan a Ace y a sus hermanos!" ordenó Barbablanca, bloqueando el ataque de Kizaru con una ferocidad que hacía temblar la tierra.

"Nunca entenderé cómo un hombre como tú defiende una basura como esa." replicó Kizaru con desprecio, retrocediendo ligeramente para dar paso a Akainu, cuyo puño de lava ya estaba preparado para el siguiente ataque. Pero antes de que Akainu pudiera lanzar su golpe, el bisento de Barbablanca lo detuvo en seco.

"Si sigues con ese terremoto tuyo, la isla no lo aguantará," advirtió Akainu, su voz fría como el acero mientras su puño de lava crepitaba con una amenaza palpable.

"Entonces intenta protegerla," respondió Barbablanca, desafiando con una mirada llena de determinación mientras bloqueaba el ataque del almirante.

Pero antes de que pudiera contraatacar, un dolor agudo le atravesó el pecho, forzándolo a bajar la guardia. "Así que ni tú puedes escapar de la edad... Barbablanca," comentó Akainu, lanzándose hacia el emperador con su puño de lava, golpeándolo directamente. A pesar de la gravedad del ataque, Barbablanca se mantuvo firme.

Polluelos / ASL ONE PIECE FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora