—Felicidades Jimin, hoy oficialmente estarás de alta, ya no necesitas venir a rehabilitación, no te sobre esfuerces para que no se perjudique tu recuperación.
—Gracias por todo, le estaré eternamente agradecido, pero tengo una duda, ¿Aún con todo lo que he logrado es imposible para mi bailar?
—Lo siento mucho Jimin, aunque ya camines correctamente tu lesión fue muy grave, no puedes bailar profesionalmente, no te recomendaría ni siquiera esforzarte en ningún ejercicio que incluya tus piernas, debes replantearte lo que deseas hacer en la vida, bailar definitivamente no podrá ser.
Jimin baja la mirada entristecido, pero siente a su lado la voz de su padre.
—No te preocupes cariño, serás un gran hombre y encontrarás algo más en lo que enfocar tus sueños.
Jimin lo mira y asiente levemente, procurando no ser visto para no despertar sospechas de su estado mental, a fin de cuentas, quién le creería que estaba hablando con su fallecido padre.
Se disponible a salir del hospital, su madre se había encargado del papeleo y lo estaba esperando, pero una vez ingresa a un pasillo visualiza la cama vacía de un pequeño que fue su amigo durante la estancia en el hospital. Todo un año le tomó su recuperación, un año en el que los primeros meses se encontró internado y luego realizaba visitas varias veces a la semana para el trabajo de rehabilitación. Jimin tuvo grandes avances, se levantó de la silla de ruedas, dejó luego las muletas, ya podía andar por sus propios pies e incluso desapareció la cojera que persistió durante un tiempo.
En ese tiempo conoció a muchos niños que iban y venían al hospital infantil, pero quién estuvo siempre como una constante fue el pequeño Yesung, quien parecía de leucemia y estaba esperando un donante compatible, su madre no lo era y no tenía ningún otro familiar.
Jimin pasa cerca del cuarto de Yesung para despedirse y prometerle futuras visitas, pero nota su cama vacía por primera vez.
—Hyung, hyung, ayúdame.
La voz de Yesung lo pone en alerta, el pequeño de solo 9 años lo mira con los ojos llenos de lágrimas. Jimin voltea en su dirección, pero los colores monocromáticos de su imagen le indican que sus sospechas son ciertas, el pequeño Yesung, ya no está entre los vivos.
—Debes ayudarme hyung, por favor, mi mamá, ella, ella necesita ayuda por favor, ayúdame.
El pequeño levanta su brazo indicando el camino, corre por los pasillos, mientras Jimin lo sigue. Llegan a unas escaleras y suben hasta dar con la azotea del hospital. El pequeño Yesung sigue indicando el frente y es cuando Jimin logra visualizar a la madre de Yesung muy cerca del borde de la azotea llorando desconsoladamente.
—Señora Lee, por favor no lo haga.
La señora se voltea a ver a Jimin entre hipidos, solloza con fuerzas y sus lágrimas empapan sus mejillas.
—Jimin, se nos ha ido, se ha ido Jimin, mi pequeño, él no merecía morir tan pronto, yo no debí permitirlo, no es justo, él tenía que vivir.
Mira al cielo y se dirige a quien tantas noches le dedicó sus oraciones.
—¿Por qué te lo llevaste? Él tenía una vida por delante, ¿por qué no me llevaste en su lugar?, tanto que te lo pedí, no entiendo dios, qué quieres probarme con esta prueba tan dura, no podré resistirlo, mi pequeño era todo para mí, ¿por qué lo arrancaste de mis brazos? ¿POR QUÉ?
—Señora Lee, lo siento, pero debe saber que a su pequeño no le gusta verla sufrir así, debe dejarlo ir.
Jimin mira la figura de Yesung acercarse a su madre, la señora Lee nota un escalofrío recorrer su cuerpo.
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Dreams (Kookmin)
FanfictionPark Jimin un chico que tras un evento trágico de su vida adquiere la habilidad de ver espíritus que se encuentran atrapados entre el mundo de los vivos y los muertos, además de tener sueños reveladores. Conoce a quien supuestamente será el amor de...