Dreams (Kookmin)

Cap 19

—Bien aquí estamos.

Jimin, Eunwoo y Yoongi lograron encontrar el bosque al que las instrucciones de la señora Jeon los había conducido. La tarde estaba cayendo y tenían conocimiento de que la cabaña se encontraba cerca.

Tras uno minutos de caminar guiados por la señora de cabello largo todos se detuvieron al visualizar lo que tanto habían esperado.

—Es aquí, llegamos. (Dijo ella).

Jimin tuvo el impulso de correr, pero la mano de Eunwoo lo detuvo. Jimin lo miró con el rostro contraído y cierto deje de molestia.

—¿Qué haces? SUÉLTAME.

—Lo siento, no te puedo dejar entrar, no sabemos lo que encontraremos dentro, necesitamos guardar distancia.

—¿De qué hablas? Estás loco, tengo que entrar, no ves que ella está allí, me está esperando.

Eunwoo se voltea hacia donde está seguro que se encuentra el espíritu de la señora Jeon.

—Señora, perdone, pero necesito que sea un poco más paciente, esta no es la forma correcta, por favor espero que me perdone y comprenda que es necesario.

Dijo y sin soltar el fuerte agarre sobre el brazo de Jimin realizó una amplia reverencia de 90 grados.

—Suéltame, SUÉLTAME EN ESTE INSTANTE. VOY SACARLA DE AQUÍ, VOY A LIBERARLA.

Los brazos de Eunwoo envolvieron el cuerpo descontrolado de Jimin, una mezcla de furia y dolor lo envolvía y no comprendía por qué su amigo lo estaba reteniendo, había ansiado ese momento tantas veces.

El auto de Eunwoo había quedado en la carretera, ni siquiera tenían condiciones para mover un cuerpo, pero Jimin no lograba razonar.

—Escúchame Jimin, ya hemos logrado gran parte del proceso, tenemos la ubicación, pero no podemos irrumpir en la escena del crimen, es necesario que se mantenga conservada, no tenemos pruebas sobre el autor del hecho, ni siquiera sabemos quién es, no podemos mover un cuerpo, para eso se requiere la intervención de la policía y una ambulancia.

—Entonces vamos a llamar YA.

—¿Y cómo le explicamos que llegamos a una cabaña en medio de la nada con la seguridad de que una mujer se encuentra fallecida dentro sin hacernos ver como los principales sospechosos o cómplices del asesinato?, piensa por favor, debemos hacer las cosas bien.

—Pues, entonces vamos a hacer una nota o una llamada anónima, eso haremos eso, una denuncia anónima.

—El caso de la señora Jeon fue cerrado hace años, no van a malgastar recursos para comprobar algo que ya fue dado por concluido solo por una llamada, ¿sabes cuántas llamadas falsas se reciben a diario en la policía?

—¿Qué pretendes entonces? ¿Qué me quede de brazos cruzados mientras ella sigue encerrada en esa nevera y su hijo continúa viviendo con la añoranza de ver a su madre cruzar el umbral de su puerta?

Jimin cae sobre sus rodillas en un llanto desconsolado.

—En las noches tiene pesadillas, lo escucho llamarla en sus sueños, tiembla en mis brazos, logro calmarlo, pero solo es una tregua hasta la próxima pesadilla. A veces despierta desconcertado y llora hasta quedarse dormido nuevamente. No puedo más, necesito darle al menos un punto final, que tenga un lugar donde visitarla, que pueda llevarle flores, que logre apaciguar su anhelante corazón.

La señora Jeon lo abraza en el suelo y le brinda una mirada de comprensión, antes de dedicarle unas palabras.

—Jimin, escucha a tu amigo, él tiene razón, todo va a salir bien, pero no quiero que salgan perjudicados, creo que él sabe cuál es la mejor manera, ya hemos logrado bastante. Yo confío en ti, en ustedes y desde que llegaste a nuestra casa siempre supe que harías justicia.