El lugar estaba bastante lleno, la música retumbaba y las luces invitaban a bailar. Jimin y Jungkook se adentraron y las miradas cayeron sobre ellos.
—¿Me trajiste a un club gay?
Preguntó Jungkook cuando vio a dos chicos besándose.
—No Jungkook, simplemente es un lugar donde no se discrimina, si observas con atención verás muchas parejas hétero también, deja de ser tan homofóbico, por dios.
—Ya te he dicho infinidades de veces que NO SOY HOMOFÓBICO, soy Jiminfóbico, eso es todo, no quiero que intentes seducirme.
—Y yo soy idiotafóbico, lo que evidentemente te incluye así que deja de molestar, no debiste pedirme que te sacara como si fueras un cachorro que no pudiera salir solo, me faltó la correa para ajustarla a tu cuello.
—Ya quisieras tú atar una correa en mi cuello y sabrá dios que más hacer conmigo.
—Ay, pero Jungkook, ¿qué te pasa? Estás muy zafado hoy, no dejas de hacer insinuaciones.
—¿Sabes qué es lo que si estoy? Sobrio, demasiado sobrio para mi gusto y no te veo haciendo nada para cambiar esa triste realidad, vamos pídeme algo.
Jungkook aprovechó que Jimin se volteó rodando los ojos y resoplando para ir a la barra y le dio otra nalgada. Jimin se giró soltando chispas por los ojos.
—Ya van dos Jungkook, en menos de una hora me has tocado el trasero dos veces, si lo haces una tercera no voy a dudar en darte una bofetada, así que yo tú me amarraba esas manos sueltas.
Jungkook sonrió maliciosamente, a fin de cuentas, era mejor ver a Jimin molesto que triste. Estaba seguro de que así no pensaría en Hoseok y él tampoco estaría sufriendo por su madre. Ese día desde hacía muchos años era prácticamente un día de duelo para él, en el que solo podía pensar en su madre y preguntarse por su paradero sin obtener respuestas, pero por primera vez tenía otro móvil y era borrar la tristeza del pequeño Park Jimin, que lucía más que solitario en su habitación cuando llegó a casa.
El rostro de Jimin denotaba cansancio y frustración, por eso se le ocurrió la brillante idea de sacarlo y despejar su mente, así tuviera que estarlo provocando toda la noche, estaba decidido a sacarlo de su madriguera y permitirle un poco de diversión en su cumpleaños.
Jimin se acercó a la barra mientras Jungkook lo observaba a una distancia que no parecía que anduvieran juntos, por lo que el chico que servía los tragos no dudó en comérselo con la mirada y coquetearle descaradamente.
—¿Qué puedo hacer por ti bombón? Te pongo lo que quieras y va por la casa.
Las mejillas de Jimin se tornaron más rojas y no pudo contener una sonrisa tímida.
—Eh, bueno dos barbecue por favor.
—Oh, te gustan las cosas dulces, puedo ser muy dulce. ¿Estás solo?
Jungkook se sintió incómodo con las insinuaciones del chico y le pareció muy poco profesional de su parte lanzarse a la primera, sin siquiera saber si estaba acompañado.
—De hecho, no, viene conmigo.
Dijo Jungkook apareciendo en la barra tomando a Jimin de la cintura. El toque hizo que el más bajo se sobresaltara y lo mirara como si le hubieran salido dos cabezas, Jungkook en cambio le sonrió.
—¿Qué estás haciendo?
Susurró Jimin en el oído de Jungkook.
—Oh, aquí nadie liga hoy, si te crees que vas a terminar la noche follando vas fresco, hoy eres mi sirviente, ¿Recuerdas? Hoy solo puedas darme de beber y hacer que me divierta.

ESTÁS LEYENDO
Dreams (Kookmin)
Hayran KurguPark Jimin un chico que tras un evento trágico de su vida adquiere la habilidad de ver espíritus que se encuentran atrapados entre el mundo de los vivos y los muertos, además de tener sueños reveladores. Conoce a quien supuestamente será el amor de...