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|| 𝖤𝗅 𝗌𝖾𝖼𝗋𝖾𝗍𝗈, 𝖯𝗍 2 ||
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𝗦𝘁𝘁𝗲𝗳𝗮𝗻𝘆:
Estábamos recién cenando, había llegado hace cómo media hora a la casa y decidí invitarles la comida a Caro y a Nico por haberse quedado cuidando a la nena; supe que rechazaron la salida que iba a hacer los de la selección y sinceramente me sentí mal, porque se que Taglia ama todo eso y Caro, bueno, ella lo acompaña en todo.
Al final hice pastel de carne con ensalada agridulce, algo sencillo y que no me ensuciaba tanto la cocina como lo era hacer pizza o cosas más elaboradas. Dí con que a todos les gustaba así que todo salió a la perfección.
- Fua, esto te quedó re bueno Tefita. - Dijo Nico con la boca llena y su esposa lo miró mal, yo solté una carcajada ante la escena.
- Y bueno, era lo menos que podía hacer por ustedes. - Me encogí de hombros y miré a Melanie que comía tranquilamente de su plato.
- Tranqui Teffy, nosotros con gusto cuidamos a la princesita. - Caro me brindó una sonrisa y yo asentí de igual manera, como amaba a estos dos. - Solo es cuestión de decirnos y ya está.
- Hoy jugamos al escondite, mami. - Me contó y miró con burla a Nicolás. - No te imaginás donde se escondió el titi Nico.
- Che, esto ya se está saliendo de control me parece. - Miró a la nena que se empezó a reír. - Me va a exponer de todo la nenita.
- Decime, ¿El tío taglia en donde se escondió? - Quería burlarme, Tagliafico era muy infantil cuando quería y Malenie amaba eso de él.
- ¿Ubicas la alacena que está en el cuarto de guardado? - Yo asentí mientras masticaba un poco de ensalada. - Se metió arriba y casi que no puede salir, la titi Caro tuvo que ponerle unas almohadas para que no le diera tanto miedo.
- Pero acepten que fue un buen escondite al menos. - Las señaló con la cuchara y volvió a comer. - Soy el mejor en el escondite y eso les re arde.
- Cuando saltó parecía una de esas arañas voladoras, mami. - Eso sí que me hizo reír, y no sólo a mi. Escuché una carcajada de Caro y la miré para reírnos más.
Escuchamos el timbre de la casa y yo me extrañé, nadie había venido a tocar la puerta a estas horas de la noche; más porque se supone que ya deberíamos estar durmiendo, solo que por la cena lo pospusimos para más tarde. - ¿Voy yo o..? - Preguntó Taglia y yo negué para levantarme de una vez e ir a abrir la puerta.
