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|| 𝖭𝗈 𝗅𝗈 𝗆𝖾𝗋𝖾𝖼𝖾𝗌 ||
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𝗦𝘁𝘁𝗲𝗳𝗮𝗻𝘆:
Al día siguiente le dieron de alta a Melanie, así que partimos a casa como si nada y pudimos dormir tranquilas esa noche. Ella estaba ansiosa por volver a casa y salir de la camilla en que la tenían retenida, y yo estaba ansiosa por pasar de página en todo esto y tratar de llevar las cosas en orden.
Pero si les digo que todo fue completamente normal me mentiría a mi misma, esa noche y la anterior solo pasó por mi cabeza la pelea que Cristian y yo tuvimos en el pasillo de la clínica; además de que me quedé un poco en vela por si mi niña tenía algún problema al dormir.
Tuve que agregar una dieta nueva por petición del médico y seguir al pie de la letra las indicaciones que me dió antes de darle salida. Y si bien solo ella tenía que cumplir con todo eso, yo también lo iba a hacer. No quería que se sintiera sola o desubicada por el tratamiento que íbamos a empezar y tampoco me costaba nada.
Ahora más que nunca tengo que estar para ella y no se ha dado de lo mejor; otra cosa que me hace sentir para el orto últimamente. Estuvimos peleando, algo que me deja sin palabras porque nunca habíamos discutido como madre e hija.
Después de la vuelta a casa Meli me preguntó varias veces por el cordobés, diciendo que quería verlo porque era bueno con ella y que le queria mostrar su patio para que jugaran los dos. Nunca le contesté nada, optaba por cambiar de tema para no tener que decirle la verdad.
¿Cuál? ¿Qué es su padre o qué ya no lo verá más?
Si lo vemos de esa manera suena cruel, pero estoy viendo por el bienestar de Melanie y sencillamente quiero que no la metan en bardos como en mi caso; de solo recordarlo me daban ganas de llorar otra vez.
La nena quiere saber donde esta Cristian y se enoja conmigo porque nunca le respondo.
— ¡Meli! ¡Bajá a almorzar! — Dije desde la cocina y pasé los platos a la mesa.
— Llendo mami. — Me dijo mientras bajaba los últimos escalones y se acercaba a la mesa.
Ese decir se lo aprendió a Taglia, que todo el tiempo anda diciéndole "Llendo amor" a Caro.
— Mirá, si querés más me decís. — Le señalé el plato; había hecho pollo a la parrilla, espárragos y puré de papá con coliflor. Ella no es muy fan de las verduras, así que siempre trato de esconderselas en otro plato que le guste; como es el caso del puré.
