5:30 de la mañana y es hora que aún no puedo dormir. Más que otra opción tengo.
No puedo hacer eso.
Trazo lentamente con las yemas de mis dedos las bolsas que posiblemente ya deben haberse formado bajo mis ojos, debido a que no he descansado lo suficiente los últimos días por exceso de trabajo, y ahora, menos puedo darme el lujo de hacerlo.
No teniendo una constante preocupación en mente.
Mi mujer.
Suspiro con cierta melancolía viendo la maldita jungla que es está ciudad , ya que realmente la extraño, la he echado mucho de menos ahora que he tenido que estar fuera y para rematar, hace unos días que ella finalmente despertó ¿Y yo?, no pude estar presente en dicho momento.
Lo cuál me jodió.
Si he de ser franco, me hubiera gustado haber estado ahí con ella, y que lo primero que hubieran visto sus preciosos zafiros luego de tanto tiempo, fuera a mi, y que al reconocerme, sintiera la seguridad que durante todos estos años, tuvo un compañero presente que la cuidaba fielmente y se preocupaba por ella en días y noches en vela.
Pero...para mí desgracia no pudo suceder así.
Pesé a que estuve incontables noches durmiendo aún costado de su cama tomando su tibia mano con la esperanza de que mejorará su condición, no pude estar presente en el instante verdaderamente apropiado.
Cuando despertó...
Aún recuerdo ese día, yo estaba metido en asuntos un tanto graves o mejor dicho, en una discusión algo acalorada, mientras en casa sucedía ese milagro que por tanto tiempo pedía que llegará.
Sin embargo, pese a lo que estaba pasando a mi alrededor, no puedo negar que mientras me sentía un tanto cabreado, haber recibido esa bendita llamada del doctor avisándome lo que sucedió, cambio por completo mi humor.
Una gran felicidad acompañada de alivió a bordo en mi pecho, al grado que sentí mi corazón acelerar, un gran nudo en la garganta y mis manos sudar, pues finalmente estaba pasando lo que por tanto tiempo había querido, mi reina estaba de vuelta.Y de nuevo la tendría conmigo.
Ahora mismo quisiera mandar a la mierda todo para estar con ella en casa y cuidarla como es debido pero, un hombre con tantas responsabilidades como yo no tiene ese privilegio.
No puedo abandonar lo que está pendiente aquí y dejar las cosas a medias. Debo terminarlas para poder marcharme y poder estar con mi reina en paz.
Aúnque por el momento, he de admitir que con frecuencia suele ser difícil tener que centrar mi atención en dos cosas a la vez, lo cuál ha sido así desdé aquél fatiricó día, tener que asumir un cargo lleno de tantas responsabilidades que solo yo puedo manejar y que por desgracia no puedo abandonar y pasar a otro así como así.
- Ah, vaya mierda - Digo cansado, frotando mi entre ceja ya que en ocasiones me abruma el tema.
Con lentitud cierro los párpados, en un intento por despejar la mente del maldito trabajo y permitirme pensar un segundo en ella. Pues es lo único tan importante como para lograr calmarme en situaciones así.
<¿Cómo estará ahora mi reina?, Seguramente dormida>. Me auto respondo mientras el frío viento de la noche sopla fuerte.
Causando que por cuarta vez mi cabello se desordene y a su vez se erize mi piel.
Con pesar dejo escapar un suspiro, llevando la mano al bolsillo de mi pantalón para buscar el encendedor que siempre cargo conmigo y así poder fumar tranquilamente un cigarrillo.Después de todo, es lo que me ha ayudado a librarme de la tención durante todos estos años de desolación. Rápidamente saco uno de la cajetilla, lo sostengo entre mis labios y a escasos segundos de poder dar vida a la llama del encendedor mi celular comienza a vibrar.
- Carajo - Mascullo entre dientes, dejando caer inmediatamente todo al suelo.
Pues a pesar que lo necesitaba para relajarme, tengo que hacerlo de lado para disponerme a ver el mensaje que llegó, puesto que nada es más importante para mí que recibir noticias de ella.
Ya que no me gusta no estar al tanto de la situación.
Una vez que tomo apresurado el aparato y logro encender la pantalla, dejo caer mi cuerpo hacia atrás para recargarme en la pared, llevándome una tremenda decepción al ver qué no era quién estaba pensando.
[ Excelentes noticias, casi damos por terminado el asunto que quedó pendiente, así que en unos días podremos dar por finalizado el trabajo, lo mantendré informado ].
Aunque ciertamente no era lo que esperaba, me llena de alivio saber que en pocos días todo estará echó. Y que por fin podré largarme de aquí de una buena vez sin dejar cabos sueltos.Entusiasmado, llevo otro cigarrillo a mis labios, una vez que lo enciendo doy una fuerte calada mientras aprovecho para observar en mi teléfono una foto que recibí de ella hace unas cuantas horas antes, pues a pesar de que solo le pregunte por mensaje a Emery el como se encontraba mi mujer, me alegro mucho que me permitiera verla a través de esa inesperada foto que le tomó.
En la cual se le ve durmiendo plácidamente, con ese rostro angelical de porcelana que me tiene enamorado desdé la primera vez que la vi.Y al recordar dicho momento, no puedo hacer más que sonreír.
Aúnque la extraño, al menos estoy tranquilo de que mi reina está en buenas manos mientras estoy ausente, lo cuál en unos días terminará.
- Muy pronto estaré en casa contigo, mi dulce Marinette - Digo pasando mi pulgar sobre su hermosa imagen.
Suelto el humo lentamente dejando que se lo lleve el aire, guardó el teléfono en mi bolsillo, observando satisfactoriamente el amanecer sobre la ciudad.
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🌷Te Encontré🌷
Short StorySecuela de mi primera novela. Encuentrame🥀 (Si no has leído Encuentrame probablemente no entenderás los acontecimientos de la trama). Historia +18, Si eres una persona sensible te recomiendo no leerla ya que incluye los siguientes temas: Drogas, se...