Libreta Azul

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Louis de verdad estaba encantando con aquel omega, aquella risa, y esos ojos de color verde, lo dejaron hechizado, y no solo a él, sino a su alfa también lo había dejado como un lobito todo emocionado por sentir aquel aroma a menta, ahora que se pone a pensar sintió ese aroma antes.

—El sultán no debería estar aquí solo— aquella irritante voz se escuchó en medio de la paz y tranquilidad. Dayra camino con su panza de embarazado hasta sentarse alado del sultán.

—No deberías estas fuera del Harem— Louis se alejó notablemente del omega.

—Soy tu omega— dijo el omega como manera de defenderse

—Corrección— hablo el sultán— eres la persona que carga con mi cachorro— dijo el alfa seco y concreto.

Dayra fingió que no le afecto eso, solamente fingió que no le afecto, que claramente el alfa no lo miraba como algo más que un esclavo, o bueno estaba esperando que su primer cachorro le de la libertad o bueno el único que le permite tener.

—Vete— hablo el alfa, y Dayra se fue con un leve reverencia, vio como trato al omega de ojos verdes, como no le dijo nada por andar fuera, como esos ojos se le iluminaron cuando el apareció, y el solo esperaba tener almenos un poco de eso.

El sultán se quedó observando como las estrellas brillaban aquella noche, como quedo prendando del omega de ojos verdes, cuya risa era tan hermosa, que incluso podía alegrar el lugar más triste.

—Por quinta vez— hablo sumbul— debes aprender a escribir y leer es importante— Ya estaba cansado de repetir lo mismo, es que ese omega solo le causaba dolor de cabeza.

—Y yo te dije que este vestido es incómodo— y ahí estaba Harry quejándose del vestido como si fuera lo más normal del mundo.

—Bueno pues no es mi problema— Hablo Sumbul empujando al omega— ¡ahora entra! — cuando entro Sumbul pudo respirar, estaba por irse cuando la madre sultana llego

—Prepara los aposentos de mis hijas— Hablo la Altan— Llegan en dos días— y con eso se fue, ahora tenía que estar pendiente de que el harem no sea un desastre, y que Dayra no haga nada estúpido.

Harry estaba muy atento a sus clases, la verdad que si le interesaba aprender a escribir y leer, la verdad que siempre quiso hacerlo, pero venia de una familia un tanto conservadora donde el omega solo se centraba al hogar y esas cosas.

—Para ser dignos del sultán, deben saber escribir y leer— hablo el beta que tenía una libreta, mientras explicaba cómo se hacían las letras, y estaba encantado.

— ¿Cómo que mis hermanas? — gruño Louis, la verdad no le gustaba las presencia de esas tres omegas, y bueno su hermano omega, él era su favorito, siempre fue el consentido, además sus hermanas eran demasiado como decirlo, irritantes.

—Así es mi sultán— dijo Sumbul haciendo una reverencia— eso fue lo que me pidió la madre sultana—

— ¿Harry? — pregunto

—En clases de escritura— respondió, Louis tomo uno de sus libretas, uno precioso que fu traído desde el otro lado del océano especialmente para él, pero ahora le dará un mejor uso, sabía que le serviría mucho más al omega que a él.

Louis salió con sumbul detrás, estaba decidido a darle esa pequeña libreta de color azul al omega, estaba caminando por los largos pasillos del palacio, cuando se encontró con Dayra, al omega le brillaron los ojos cuando vio aquella libreta, por un momento creyó que era para él, y se tomó el atrevimiento de tratar de tomarla.

—Sumbul llévate a Dayra a sus aposentos— hablo el alfa, y fue con dirección a donde se encontraba el omega de ojos verdes.

Camino imaginando la bella sonrisa del omega, unos minutos más tarde llego hasta la habitación, y ahí se encontraba el omega con su sonrisa brillante y aquel vestido que se ajustaba a su perfecta figura.

—Sultán— los y las omegas hicieron una leve reverencian ante el sultán, todos excepto Harry, que lo miro con un cara de "No me inclinare ante ti", el alfa solo lo miro, con su mirada ordeno que todos se fueran del lugar.

—Podría mandar a cortas tu cabeza, ¿sabes? — hablo el alfa con un toque suave como si no quisiera molestar al omega.

—Se quedaría sin su mejor omega— contesto si miedo alguno, no le tenía ni una pisca de miedo.

—Ni siquiera perteneces a mi harem, omega— el alfa saboreo ese apodo como nunca.

—No necesito pertenecer a ese lugar pata saber que soy su mejor omega— y con eso el omega estaba a punto de irse cuando el alfa lo tomo por su brazo y lo pego a su pecho, el omega era más bajo que el, sus ojos se conectaron una vez más y sus lobos bailaron de alegría

—Esto es para ti— indico la libreta de color azul— espero te sirva— Harry se soltó del agarre del alfa y se fue sin dar una respuesta, sus sandalias hicieron eco por todo el lugar—serás mi perdición—

Pasaron algunos días donde el omega se dedicó a practicar su letra, para mejorarla en esos días no había visto al sultán por ningún lado

Harry estaba en el harem, observando como las personas entraban y salían de aquella habitación.

—Si eres uno de los favoritos, logras tener una habitación así— comento una de las omegas, mientras limpiaba algunas cosas— si logras mantenerte como Dayra tendrás muchos privilegios—

Harry se quedó pensando, pues no quería solo ser un favorito, quería muchos más que eso.

— ¿El sultán puede casarse? — pregunto el omega con curiosidad

—No eso sería ir contra la tradición— comento otro omega— además nosotros solo tenemos una oportunidad de darle un hijo—

—De donde vendos somos familias numerosas— comento Harry.

—Aquí igual pero de diferente madre— todos los omegas se quedaron callados cuando Dayra salió, este omega vio la libreta azul, y en su mente creyó que el omega se la había robado, estaba por tomarla cuando una mano lo detuvo.

—Ni se te ocurra— dijo Harry— fue un regalo y no dejare que lo toques— su tono duro y domínate hizo temblar al omega

El omega sintió un fuerte dolor en su vientre y sangre empezó a derramarse por sus piernas.

—SI ALGO LE PASA A MI HIJO TODO SERA TU CULPA— Grito Dayra, mientras una de sus sirvientas llegaba junto a ella.

—¿Y dime quien te va a creer? — dijo una de las sirvientas, que no dudaron en ponerse de lado de Harry nadie se había atrevido a desafiar al omega favorito pero bueno para todo había una primera vez.

Louis estaba afuera del hospital esperando noticias del omega, solo le interesaba saber si su cachorro estaba bien.

—No debe cargar con tanto peso sultán— aquel apodo salió con un poco de burla de los labios de Harry

—No debes estar aquí— comento el alfa, sabia perfectamente que el omega tenía algo que ver con lo que paso con Dayra

—Dígame ¿usted piensa que tuve algo que ver? — pregunto pero antes de que Louis pueda responder el medico salió.

—Tenemos malas noticias— comento el médico— Dayra...— Harry se fue haciendo sonar sus sandalias, tomaría ventaja de esto, y sabría aprovecharlo muy bien.

Aquí solo sobrevira el más fuerte 

¿Les gusto el capitulo?

Cuídensen mucho, tomen agüita, coman bien, estudien mucho, hagan sus tareas y sobre todo sean felices.

Dato: El sultanato de las mujeres empezó con Hurrem, por esa razón aquí  los omegas no son referido como "Sultán" o "sultana". 

¡Éxitos!

El sultánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora