Blanco

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Pequeño salto en el tiempo. (Mustafá tiene 1 año y Harry 6 meses de embarazo)

Harry estaba en sus aposentos con su gran pancita, había pasado almenos unos 6 meses desde que su alfa partió, el pequeño Mustafá ya había cumplido un año, y ahora caminaba de mejor manera, todos en el harem estaban encantados con el pequeño sultán, y ni decir nada de Harry era el que estaba feliz con su hijo, decidió que Dayra no moriría que no había mejor tortura ver como su propio hijo prefería a otro omega, como el omega forastero cuidaba de su hijo.

—Majestad— dijo uno de sus sirvientes sin entrar completamente a la habitación, el mismo omega les prohibió entrar a sus aposentos, no quería que el olor de su alfa se pierda, sabía que antes de irse Louis dejo marcando cada rincón de la habitación con su olor para que el interno del omega no se ponga tan ansioso. —Los antojos que pidió están servidos en el Harem.

—Vamos— Harry tomo a Mustafá que estaba en el suelo jugando, lo tomo de su manita y caminaron hasta el harem, todos los guardias agachaban su cabeza, estaba seguros que su el sultán se enteraba que le faltaban el respeto a su omega, sería capaz de cosas inimaginables.

Cuando llego los sirvientes de Dayra y el propio Dayra le quedaron viendo, el omega había intentado muchas veces acercarse a Mustafá peros siempre había un guardia, y bueno se resignó, cuando el cachorro sea más grande le dirá la verdad, y solo esperaba que su hijo le dé el lugar que merecía como la madre sultana.

Harry tomo asiento con Mustafá en la pequeña mesita, había muchos tipos de comida, pero ahí había especialmente una codorniz llevaba con ese antojo desde hace varios días, había fruta, especialmente fresas.

El pequeño Mustafá tomo una de sus fresas en sus manos, Harry trato que su vestido blanco no se ensucie, estaba tan orgullos de mostrar su pancita que utilizaba vestidos que se le pegan al cuerpo y formaban de manera preciosa la pancita del omega.

—Pequeño Sultán, debemos tener cuidado— Harry tomo al pequeño y lo sentó en sus piernas, sin aplastar su vientre. Comenzó a comer, sabía demasiado bien, gracias al cielo pudo cumplir su antojo.

Durante unos minutos disfruto de su codorniz, hasta que uno de su sirvientes entro gritando— EL SULTAN—

Harry se levantó con Mustafá en sus brazos, se lo dejo a una de sus sirvientas, se agarró el vestido y comenzó a correr tanto como su pancita le permitía, su alfa, su esposo estaba de vuelta, después de muchos meses de intentar de sobrevivir, de hacer cargo de todo un palacio estancado embarazado, haciendo obras, su alfa estaba aquí.

Louis entro por el gran portón del palacio en su caballo, con la frente en alto, con su lobo aullando por regresar a su hogar, y no habla de ese frio palacio, habla de aquel omega bonito de ojos verdes que cargaba con su cachorro, lo vio correr hacia el con aquel bonito vestido de color blanco, y con su pancita, se veía demasiado adorable.

—Omega— hablo el alfa bajándose de su caballo para llegar al encuentro con su omega, Harry lo estaba esperando con los brazos abiertos, y no lo dudo dos veces y lo abrazo— Estoy aquí, estoy de vuelta.

—Estas aquí— dijo el omega con lágrimas en sus ojos, no le importaba que su alfa le vea llorar sabía que estaba seguro en los brazos de su alfa.

—Vamos— el alfa lo tomo en su brazos y entro al palacio donde la demás concubinas estaban formadas para recibir al sultán, ahí estaba Dayra que intento tocar al sultán, pero este ni siquiera le puso atención y uno de sus guardias impidió que este se acercara mucho más al sultán.

—Baste me haces cosquillas— Harry rio, su alfa estaba arrodillado a la altura de su vientre, (ahora desnudo) Louis le estaba haciendo cosquillas con su barba.

—Te extrañe bastante— dijo el alfa besando el vientre desnudo— ¿Le diste mucho trabajo a mami? — pregunto el alfa con un tono infantil.

—Mustafá, el cachorro y yo te extrañamos bastante—dijo Harry acariciando el cabello de su alfa, Louis se levantó y ordeno que traigan a su cachorro más pequeño.

Harry se puso un camisón suelto, minutos después regreso el alfa con Mustafá.

—Es bueno regresar a mi hogar— el alfa abrazo a su familia, estaba tan feliz de saber que su familia estaba bien.

—Traje algunas telas para ti— dijo el alfa, mostrando un gran cofre — Puedes pedir a las costureras que hagan nuevos vestidos para ti— dijo sin ningún maldad el alfa.

— ¿me estás diciendo gordo? — Dijo el omega ofendido— perdón por engordar cargo con tu cachorro.

—Nada de eso omega— dijo el alfa— te ves precioso así

—¿entonces si me está diciendo gordo— Harry lo saco de sus propios aposentos alegando que no dormiría con alguien que le estaba diciendo gordo, el alfa solo rio, y camino hasta las cocinas para conseguir unas fresas para su omega, desde que llego se enteró que su omega estaba con antojos de fresas

—Majestad— se acercó una beta que no reconoció— no debería dejar que ese omega lo trate así— Louis solo rojo los ojos— incluso no le hace una reverencia cuando todos estamos obligado hacerlo.

—Mire, no se quien es usted— miro sus ropas, y tenía algunas telas finas— Y le ordeno que muestre mas respeto por mi esposo— .Y con eso Louis se fue, hablo con Ibrahim y le comento lo de esta beta pero este le explico que aquella era una omega, que no era una beta, Louis frunció su ceño extrañado, pues no sintió el olor de aquella persona, mejor dicho cuando entro al palacio solo sintió el olor a vainilla de Mustafá, y el olor a mente de su omega.

Dejo de lado todo eso y fue hasta la cocinas para conseguir las fresas, cuando lo hizo volvió a entrar y se encontró con su omega llorando y le reclamo por haberlo dejado solito.

La doctora le explico que su omega había dejado que sus emociones exploten, ya que ahora se encontraba con su alfa, y ya no tenía que seguir con un embarazo solo.

—Mami— grito el pequeño Mustafá que estaba en los brazos del alfa, Dayra fingió que no le dolió como su pequeño hijo llamaba madre a otro omega, pero sabía que si intentaba hacer algo podría perder todo.

—Mi pequeño— Louis dejo al niño en los brazos de sus omegas, aprovecho para acariciar la pancita de su omega— ¿Podemos visitar a amor?

—Por supuesto cariño.

Harry se sonrojo ante aquel apodo, tímidamente el alfa tomo la manita de su omega, cargo a su cachorro y fueron hasta el establo donde estaba en caballo.

Mustafá se subió aquel caballo, que era sostenido por su padre.

Cuídensen mucho, tomen agüita, coman bien, estudien mucho, hagan sus tareas y sobre todo sean felices.

Todo esta  yendo demasiado tranquilo, ¿ será momento del drama?

¡Éxitos!

Con amor Andre<3

El sultánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora