La premisa es una frase que nos aportará las claves básicas de la trama que vamos a seguir. Es muy útil para explicar el objetivo primordial de la historia, para realizar la sinopsis e incluso, para no perder el norte del argumento que estamos desarrollando.
Según Bill Johnson, en su texto Premise-Foundation of Storytelling, la premisa establece el NUDO DRAMÁTICO CENTRAL de la historia y el MOVIMIENTO, que indica la dirección hacia donde se dirigirá.
Por ejemplo, la premisa diseñada para la obra Romeo y Julieta, del escritor inglés William Shakespeare, sería: "Un gran amor desafía incluso a la muerte".
Aquí vemos que el NUDO DRAMÁTICO CENTRAL es el amor y el MOVIMIENTO es la forma en que ese amor superará los obstáculos para realizarse, es decir, desafiando a la muerte.
Con ayuda de la premisa podemos despertar la curiosidad en el lector, lo invita a conocer la historia y evaluar cómo el autor la trabaja hasta llevarla a su culmen.
En la novela romántica los temas que más atrapan a las lectoras son aquellos que exploran la intimidad propia de la pareja (matrimonio, sexo, convivir, manejo de la tensión sexual, etc.) mezclada con un asunto externo de interés (conflicto laboral, misterio por resolver, cambio de vida, superación personal, etc.).
Las más arriesgadas exploran temas novedosos que pueden significar un tabú, por ejemplo: sadomasoquismo (50 sombras de Grey de E.L. James), viajes en el tiempo (Forastera de Diana Gabaldon), convenciones sociales (Orgullo y prejuicio de Jane Austen), la guerra (El jinete de bronce de Paullina Simons), etc. Todas ellas crean premisas bastante atractivas.
Otro ejemplo lo hallamos en La hipótesis del amor de Ali Hazelwood, que dice: "Relación falsa entre dos científicos que se topan con la irresistible fuerza de la atracción".
Aquí el NUDO DRAMÁTICO CENTRAL es la relación falsa, en ella se centra la trama, pero esa relación tendrá un gran opositor al que debe enfrentarse y marca el MOVIMIENTO al que se dirige la historia: la irresistible fuerza de atracción que existe entre los personajes.
Al conocer sobre esa premisa el lector se preguntará: ¿se dejarán llevar por esa atracción o ganará la cordura? Aunque parezca un cliché propio de las novelas románticas, el lector se interesará por ella y la seguirá solo para saber cómo la maneja el autor.
¿Te animarías a desarrollar la premisa que encierra la novela romántica en la que estás trabajando?
