Por: bileysireyes
Los personajes son el núcleo de cualquier historia, son el motor narrativo, los que impulsan al lector a iniciar y terminar un relato.
Sin personajes no existe una historia, ¿qué sería de la novela "La bien amada" de Thomas Hardy, si Jocelyn Pierston no la idealizara en casi cada mujer extraña que veía? Sin el emblemático y glamuroso Jay Gatsby, "El gran Gatsby" de F. Scott Fitzgerald no sería la gran obra que es y si la dulce y tierna Alicia no se hubiese encontrado con el conejo quizá, hubiese sido una obra completamente diferente, sin los matices que le confieren su genialidad.
Yo tengo algo muy claro que quiero compartir con ustedes, leer historias te da la sensación de conocer gente nueva, pero para que esa sensación se dé, es necesario lograr crear personajes que sean reales.
Un buen escritor es capaz de crear personajes que parezcan de carne y hueso, que respiran, que tienen emociones y que puedas conectar tanto que logres identificarte con ellos. Como escritor debes mostrar que tus personajes tienen sustancia, que son auténticos y profundos, que son tan reales que son capaces de proyectar sombras.
Antes de aprender a hacer buenos personajes, necesitas tener bien claro el concepto y conocer qué tipo de personajes podrías emplear en tus historias.
Hoy veremos los elementos imprescindibles para crear personajes entrañables.
Pero espera, primero lo primero.
Lo primero que debes saber es el concepto, recuerda que un escritor es un artista, un ingeniero, un arquitecto, incluso un dios, es por eso que debes conocer todo lo relacionado al mundo que estás creando, mucho más aún a tus personajes, entonces:
Los personajes son los elementos de la narración que llevan a cabo las acciones contadas por el narrador, según su función pueden ser:
Principales: aquel o aquellos que destacan sobre los demás. Estos se dividen en:
Protagonistas: puede ser uno o un conjunto de seres que en torno a él/ellos gira el relato; necesariamente han de destacar por encima de todos.
Antagonistas: aquellos personajes que se oponen o están en conflicto con el/los protagonistas.
Secundarios: aquellos cuya importancia es menor, aunque a veces adquieren relevancia en algún episodio, sirven para conocer mejor a los personajes principales o son importantes para que la historia avance.
Fugaces: aquellos que aparecen en algún episodio con una función poco importante, y desaparecen en los restantes.
Bien, ya que conocemos de antemano los tipos de personajes, podemos tener en cuenta los componentes de cada uno de ellos.
Los personajes pueden clasificarse de dos formas, pueden ser redondos o planos.
Un personaje redondo es aquel que presenta conflictos psicológicos que son comunes de los seres humanos, su mundo interno es muy complejo y se va formando a medida que avanza la historia, es decir, evoluciona.
Un personaje plano es aquel que no presenta conflictos psicológicos ni evoluciona a lo largo de la historia.
(*Para una explicación detallada sobre personajes redondos, puedes visitar mi Manual de Narrativa Clásica en la sección "Novela. Mapa de ruta").
A diferencia de los inicios, los personajes sí tienen una pócima mágica, es decir, que sí puedes emplear trucos y elementos para generar en ellos las características necesarias para volverlos entrañables.
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Consejos de Romance
RandomEn esta entrada encontrarás consejos de escritura para escritores del género de romance.