Por JJCampagnuolo
Un párrafo es una pequeña parte de un texto que nos muestra algún dato importante de la historia que leemos. Inicia con una mayúscula y termina con un punto y aparte. Él encierra ideas a través de frases que, si las alargamos demasiado, pudiesen saturar al lector y confundirlo.
Un párrafo con menos de 10 u 8 líneas son los ideales. De esa forma la lectura será fluida y entendible. Ejemplo:
"Empezaré por el día en que salí de Pencey, que es un colegio que hay en Agerstown, Pennsylvania. Habrán oído hablar de él. En todo caso, seguro que han visto la propaganda. Se anuncia en miles de revistas, siempre con un tío de muy buena facha montado en un caballo y saltando una valla. Como si en Pencey no se hiciera otra cosa que jugar todo el santo día al polo". J. D. Salinger, El guardián entre el centeno.
Aquí el autor usó 4 frases cortas, separadas por puntos y seguido, para describir el colegio al que asiste su protagonista, pudiendo deducir que es una institución popular y de clase alta ubicada en Estados Unidos. También nos cuenta la sensación de hastío que el personaje experimenta por esa realidad, creando el ambiente que acompañará a la novela hasta su final.
Elije frases sencillas que puedan explicar tu historia. Cuida que estas no sean muy largas y hablen de datos irrelevantes. Evita abrumar al lector con información innecesaria que lo haga perder el hilo de la historia.
Si quieres mantenerlo enganchado y lograr que no suelte tu libro hasta llegar al final, mejora la redacción de cada párrafo.
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Consejos de Romance
RandomEn esta entrada encontrarás consejos de escritura para escritores del género de romance.