Por un momento apreté mis ojos con todas las fuerzas que tuviera en ese preciso instante.
— ¿Tae? —Jungkook llama a la puerta.
Ya deseperado empujo de esta haciendo que ambos esquivarmos nuestra bocas.
— ¿Que sucede pequeño?
— Mamá llama para cenar —Anunció sobre las piernas de Taehyung
— Bien vamos allá
Taehyung salió primero y yo detrás de el con un poco de calor y mi respiración agitada.
Ya en la cena su madre fue muy amable y la comida estuvo deliciosa.
— Taehyung eres un buen chico al traerla, no es asi cariño
— Si así es — El señor jeon era bastante serio — Me gustaría hablar mañna contigo Taehyung
— Los siento pero nos iremos temprano, Rosé necesita llegar a sus clases
— Así es la escuela es lo primordial— Su madre era muy agradable ahora podía ver de donde era que el había sacado esa hermosa sonrisa.
— ¿Te gusto Rosé?
— Um —Asentí
— Me alegro que este aquí puedo preguntar, ¿de donde eres?
— Ah vengo de Corea —Respondi
— En serio? También somos de ahí ¿de donde exactamente?
— Busán
— Quise vivir ahí por una temporada pero mi presupuesto no era muy alto en aquel entonces, ¿que hay de tus padres?
— ¡Mamá!
— Que solo quiero saber, acaso te incomode
— No no es eso, solo que
— Mamá creo que la comida estuvo deliciosa y Kook esta apunto de babear la comida de Somi —Anunció Taehyung como mi protector
La chica llamada somi solo hizo gestos de asco al ver a su hermanito recostado sobre la mesa, ahora no podía creer como es que esa linda criatura se metiera en problemas.
— Es cierto, debería llevarlo arriba— la señora Kim lista para irse fue interrumpida
— No te preocupes yo lo llevo— Taehyung tomó a Jungkook entre sus brazos — Vienes?
Asenti, Todo había sido parte de su plan sacarme de ahí como salvación. Recostó as en hermano en su cama cubierndolo bien para que no pasara frío.
— Ven conmigo
Salimos por la ventana de su recamara directo al tejado de la casa, daba un poco de miedo.
¡Esto es muy alto!
Pero vale la pena
— Porque siempre te gusta arriesgarte?
— ¿Acaso le temes a las alturas?
— No diría que le temo solo no me gusta no estar con los pies en la tierra — Río — Hey no seas así
— Tu haces que ría demasiado
— ¿Acaso soy tu payaso?
— No lo se, creo que si— Escondió un poco su rostro — Desde que te conozco no e dejado de sonreír
Por un momento sus palabras hicieron cierto contacto con mi corazón.
— Bueno desde que yo te conozco no e dejado de meterme en mucho problemas