Capítulo 28

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Me encontraba delante de Luca, me miraba fijamente a los ojos, no sabía que hacer, no podía moverme, las piernas me pesaban, el corazón bombeaba con tanta fuerza que me dolía el pecho, mí amiga tenía razón, en cuanto volviese a ver a Luca me iba a dar cuenta que aún lo quería demasiado, a pesar de todo, lo quería, lo amaba con todas mis fuerzas.
Intenté soltarme de su mano, pero me agarraba con fuerza, no quería soltarme, sabía que si lo hacía, me iría para siempre.

- Mara, ¿qué te ha pasado? -me miraba con preocupación, se dio cuenta del cambio que había dado, estaba muchísimo más delgada, físicamente había cambiado demasiado.
- Esto se llama sufrir por amor Luca, cuando te marchaste y me dejaste, simplemente acabé muriendo.
- Déjame abrazarte, por favor. -se acercó a mí y yo retrocedí negando con la cabeza.
- No Luca, por favor, no lo hagas. No me destruyas más.
- Mara, no me digas eso, jamás pensé en hacerte daño, pero allí en Italia, me reencontré con mí madre y.. y no me quedó más remedio.
- No me interesa nada, pensaba que estaba siendo feliz, pero al verte me acabo de dar cuenta que todo lo que estaba haciendo era engañarme a mí misma. Pero Luca, no quiero volver a sufrir y se que contigo no dejaría de hacerlo. Olvidémonos.

Me di cuenta que me refugié en Alan para intentar olvidar a Luca, creía que lo lograría pero no podía, verlo me daba la vida pero a la misma vez me la quitaba.
Pero a pesar de todo esto, tenía que pensar en mí, en lo que Luca me había convertido, no puedo hacerme esto, ni tampoco hacerle esto a Alan, me quiere y yo sé que lo llegaré a querer como quise a Luca.

- Me estas pidiendo que te olvide y es injusto Mara. Hazle caso a tú corazón, no a tú cabeza.
- No puedo hacerle esto a Alan.
- Míranos, con solo mirarnos a los ojos, nos damos cuenta de lo que sentimos el uno por el otro.
- Esto no es sano para ninguno de los dos. Déjame seguir con mí nueva vida.

Luca cerró los ojos y soltó un suspiro.

- Yo te amaré aunque no estés a mí lado, aunque me digas todos los días que te olvide, te buscaré todos los días hasta que te des cuenta del error que estás cometiendo. Estoy enamorado de ti, y sé que tú lo estás de mí, me amas Mara. Porque piensas en mí cuando estás con él.
- Luca, cállate por favor, ya no somos nada.
- Recuerda que, tarde o temprano nos toca herir o ser heridos. -se acercó y me besó en la comisura de los labios y se fue.

Comencé a llorar, me deslicé por la pared hasta que me senté en el suelo, lloraba, lloraba con auténtico dolor, con rabia, con más pena que la última vez que me dejó.

- Mara cariño. -Noah se agachó y me abrazó. -¿qué pasa?
- Luca. -comencé a gritar y a golpearme la cabeza con mis manos.

Noah me cogió las manos y me ayudó a levantarme.

- Vamos al baño.
- No Noah, no quiero ir al baño. Sácame de aquí por favor. Dile a Alan que se vaya a casa, invéntate algo.
- ¿Quieres a Luca?
- Lo amo y lo odio. Es como si quisiera dispararle y poder detener la bala con mí pecho para poder salvarle.

Mí amiga me abrazó y nos dirigimos a la puerta; paró un taxi y nos fuimos a mí piso. Noah llamó a Alan que estaba bastante preocupado, le dijo que quise vomitar pero que me arrepentí y que necesitaba irme a casa para hablar con ella. Alan no quedó muy convencido, quiso venir a buscarme pero Noah le pidió por favor que no lo hiciese.

Llegamos a casa y mí amiga me preparó una tila, yo estaba mucho peor que la vez que leí el mensaje de Luca, el que me mandó cuando me dejó.

Tenía una sensación de ahogo y de dolor demasiado grande. Me tumbé en la cama y lloré, lloré como hacía meses que no hacía, llevaba meses imaginando este momento pero nunca imaginé que llegaría a ser tan doloroso.

Amanecí envuelta en sudor, miré hacia todos lados, me dolía muchísimo la cabeza. Mí amiga estaba durmiendo a mí lado, con el móvil sobre su pecho, y éste no paraba de parpadear indicando que tenía varios mensajes.
Busqué mí móvil para enfrentarme a Alan, se quedó bastante preocupado y me sentía miserable por eso.
Tenía varios mensajes suyos, varias llamadas y un mensaje de alguien que no esperaba tener.

~FABIO: Mara, perdóname por todo. Conozco a Luca, es mí mejor amigo. Cuando se fue a Italia y te dejó, me pidió que estuviese cerca de ti, que no te dejase sola, estaba muy preocupado por ti. Cuando me viste con Paola fue porque quedé con ella para decirle que te dejase en paz.
Yo fui quien le dijo a Luca que estabas con Alan, y fui yo quien le dijo que esta noche estarías en Soho. Mara, se que no debo pedirte nada, pero escúchale por favor. Sólo te pido eso. Eres genial, eres la mujer que todo hombre quisiera tener a su lado.

Confié mi cuerpo en tus manos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora