Querido lector, una nueva temporada social está a punto de iniciar en Londres y esta autora no podría estar más emocionada por ello.
¿Podrá acaso 1814 superar la extraordinaria temporada de 1813? ¿Qué otra sorpresa podrá depararnos esta nueva tempo...
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Colin cerró los ojos con irritación cuando volvió a escuchar a Benedict soltar un gran suspiro por quinta vez desde que se habían sentado a disfrutar juntos de una taza de té.
— ¿Todo está bien, Benedict? — pregunto —. Te ves algo distraído.
Benedict levantó la cabeza para toparse con la mirada curiosa de su hermano.
— Bueno, debo admitir que no estoy en mi mejor momento — respondió Benedict.
Colin miró a Benedict y le hizo un gesto para que continuara hablando.
— Me postule para poder estudiar arte en la real academia de arte — explicó.
— Felicidades — dijo Colin con una sonrisa.
— Bueno, no lo celebres aun espero que me hayan aceptado.
— Aun así, la idea es emocionante.
— Bueno, no es un gran tour, como tú y tus viajes — dijo con algo de sarcasmo — pero... si. Espero que eso me ayude a poder ser distinguido también yo.
Colin se quedó sorprendido, especialmente porque jamás había escuchado a Benedict hablar de aquella forma.
— ¿Estás seguro de que eso es lo único que te aflige?
Benedict lo pensó, la verdad es que, el asunto de la academia de arte no era lo único que abrumaba sus pensamientos, también estaba todo el asunto de Ophelia y su incesante cortejo con lord Featherington.
Benedict realmente no tenía nada en contra del nuevo barón, su único problema con él era que estaba interesado en la misma joven en la que él lo estaba y la estaba alejando de su lado.
Aún recordaba las palabras de Robert algunos meses atrás. Sabía que, una vez que Ophelia finalmente se desposará con cualquier hombre, la amistad de ambos tendría que terminarse, ya que, por desgracia, en esta época era muy mal visto que una mujer, en especial una casada, mantuviese una amistad con alguien del sexo opuesto.
