Café (Sugawara Koshi x fem!reader)

15. Íntimo

—Los chicos dormiréis todos en la misma habitación, hay camas suficientes. Nosotros los adultos en otra —Ukai se giró hacia mí—, y tú tendrás una habitación para ti sola, también era para Kiyoko pero como no viene...

La tarde noche antes del partido, nos subimos todos al bus y fuimos hacia la cabaña que estaba un poco más cerca al lugar del partido, y donde pasaremos la noche.
Escogí finalmente ir con los chicos para pasar un poco más de tiempo con ellos, y ayudar con sus ánimos y nervios.
Kiyoko lo entendió y me hizo saber que no pasaba nada, y que cuando quisiera ir a su casa estaba invitada.

Me senté junto a Daichi en el bus.
—¿Cómo estás? —pregunté.

—Bien —respondió sin mirarme.

—¿Seguro? Pareces distante.

—Ha estado raro todo el día —contestó Sugawara dándose la vuelta y mirándome—. Es un miedosito.

Asahi se rió por lo bajo a pesar de que él estaba también temblando.
—Estoy nervioso —habló dirigiendo su mirada al frente, esquivando a Suga—, puede que este partido determine si Ukai se queda siendo entrenador o se va y no me gustaría decepcionarle.

—No, no creo os deje tirados, está ya muy implicado y no parece el tipo de persona que deja algo a medias.

—Puede que tengas razón —suspiró Daichi cerrando los ojos—. Oh (t/n), tengo que hablarte de algo.

—¿Huh? —atrajo mi atención al instante. Suga ya se había girado hacia delante de nuevo y había salido de la conversación.

—Te hablé del equipo de voleibol de las chicas, ¿verdad? Tengo una amiga, Michimiya, que es la capitana del equipo.

—Ajá... ¿dónde intentas llegar?

—Dentro de poco es el Interhigh; equipos locales nos enfrentamos para que el ganador entre estos vaya a las nacionales.

—Sí, lo sé, lo he estado hablando con Kiyoko y Ukai hace poco.

—Bien pues... las chicas también podrían ir, pero Michimiya está muy nerviosa y necesita a alguien que pued-

—Daichi, ¿sabes que yo nunca he jugado formalmente al voleibol verdad? No es mi deporte.

—Lo sé —apartó la mirada—, pero creo que las podrías ayudar, aunque sea en los entrenamientos de la semana antes. Michimiya me ha dicho que las demás no quieren ir porque no se sienten preparadas pero ella está muy emocionada. Les harías un gran favor.

Me sentía un poco arrastrada a algo en lo que ni siquiera sabría si podría encajar. Me daba un poco de miedo, pero tampoco las podía dejar tiradas; es triste que no pudieran ir aunque no fuera para ganar.
Daichi me había hablado antes de Michimiya, y siempre la ha descrito como una persona muy amable y dedicada; además, puede que a mi también me viniese bien entrenar un poco y relacionarme con otras personas.

Suspiré y subí un poco la barbilla, girando mi vista hacia la ventana.

—Está bien. Cuando volvamos me pones en contacto con ella. Pero no se si voy a poder ser de ayuda, no puedo garantizar nada.
Vi por el rabillo del ojo como una sonrisa sincera y plena se formaba en el rostro de Daichi.

—Muchas gracias, seguro que les hace mucha ilusión.
Yo asentí.

—Wow (t/n) eres muy valiente, seguro que a las chicas les encanta la idea de que puedas ayudarlas —habló Hinata desde los asientos de atrás.