Medidas insanables,
dentro del murmullo que ocasiona la soledad.
Sonrío ante la poesía de tu cuerpo,
aunque sólo enseñe el pecado del infierno.En el jugoso invierno,
donde las rosas caen del cielo,
para luego internarse en el dulce suelo bajo tus pies.
que tus párpados provoquen trémulos huracanes,
que llene de agua el insensato mar.Que la verdad de tu luz,
Llene de esperanza el vacío del olvido.
Tú, sonámbulo soñador,
Llena el hechizo que tu alma escribió.Que el sonido de tu voz,
sea el del cuento que cae al torrente,
al que me lleva tu suave piel.
El racimo de tu romántica lírica
asegure mi mente en tu pupila.Sólo espera a que la pintura resuene,
y el fantasma de mis labios secaré.
El desenlace predestinado,
que alguien alguna vez soñó un mortal ser.Que alguien piense en ti,
en el momento que la lágrima de plata,
llegue a tus suaves manos de porcelana.
Que el blanco rocío de tus brazos,
Atrape la sequía de mi destierro.La lluvia sucumbirá
en la epifanía fantasmagórica de tus deseos,
La Luna iluminará,
la cumbre de tus sueños.Para ti escribo,
Para ti escribiré,
y que alguien nos separe del eterno arrebol.
Sí, tu y yo.Que el atardecer en tu cabello sea mi utopía,
mi inefable sentimiento.
Mi sonrisa cada día,
y el frenesí del relámpago en mi corazón.Pero...algo en mí resuena,
no lo hagas,
no caigas en la montaña rusa del amor,
que sólo te dañará sin temor.La verdad a mi llega,
pocos días me quedan,
a afrontar, que tu ya no me verás, y ya no te importará,
yo ya no te veré y al abismo caeré otra vez.