Felices los cuatro

Capítulo 7: Mateo

(Bueno aquí tenéis la actualización, me he hecho la dura durante dos días para no pasarme todas las vacaciones de exámenes publicando para que parezca que tengo algo que hacer con mi vida pero ahora necesitais un porquito de dramita en el libro y más plot twist).

Habían pasado dos semanas, me encontraba a la espera junto con todos mis compañeros para comparecer ante los policías acerca de lo que vimos. Aún me cuesta dormir por las noches recordando aquel cadáver inerte de mi profesor caer al suelo sin vida y totalmente ensangrentado y la herida en mi brazo que aún no cicatriza es un constante recordatorio de aquello que ocurrió. Lo último que quería después de los últimos días de alboroto era presenciar un asesinato.

Nathy Evans era problemática, rayaba coches de profesores, hacía trucos de magia con camisas de fuerza bajo el agua y es evidente que a pesar de su reputación no la buscaba: era alocada. Sin embargo no creía que llegara tan lejos. Un asesinato por dios, aún no podía creerlo y de hecho cuando intenté proteger a Francis de que siguiera propinando cuchilladas contra su pobre cadáver recibí este corte en respuesta a mis dudas de si realmente era capaz de matar. No entiendo por qué lo haría ¿por qué arruinaría su vida así si era popular, sus padres tenían dinero y hasta se codeaba con los célebres? Sus notas a pesar de faltar mucho también eran buenísimas y tenía una plaza asegurada en Harvard, yo mataría pero por ser ella.

Había escapado tras darme aquel cuchillazo de refilón y obviamente ninguno de mis compañeros de clase se atrevió a detenerla así que hasta que se nos pasó el momento de trauma y llamamos a la policía tuvo tiempo de sobra de escapar, quién sabe donde estaría ahora. De momento se había librado de la cárcel pero eso no significaba que en cuanto la atraparan le esperasen años y años en la trena. Me sentí enfadada porque Nathy hubiese algo tan estúpido dios sabe por qué y nos había envuelto a todos en esto. Si al menos contara con el apoyo de Jason en medio de toda esta locura...

Conseguí que el holandés me ayudara pero lo poco que me dijo es que de momento no quería progresar con una amistad hasta que se hubiera deshecho de esos sentimientos. Lo respetaba y comprendía pero eso no quiere decir que no me molestase y más cuando lo veía convirtiéndose en íntimo amiguito del estudiante de intercambio. No es justo, yo estaba ahí antes. Y si no fuera por ese metomentodo al que yo mismo convencí para acercarsele ahora podría estar abrazando a alguien mientras vivía semejante situación.

Con Dove y Harry perdí contacto gracias a dios y no me han molestado en todo este tiempo porque ni se han dignado a venir a clase. Es por ello en parte que creo que los problemas han acabado y no puedo evitar relacionar este misterioso asesinato con su huida. Pero tampoco estoy dispuesta a indagar en el asunto porque no quiero salir escaldada, ya bastante había asustado a mamá con todo esto cuando se enteró de que me habían hecho un corte. Al menos eso sirvió para que se tomase unos días libres en el trabajo y así de paso librarme de Pajhula.

Después de comparecer volvimos todos al insti bajo la tutela de Mateo, él ha sido un pilar importante. Cada vez que me sentía débil y cada vez que los recuerdos de aquella cuchillada amenazaban con atentar contra mí él ha estado cada recreo para consolarme con un abrazo. Quiere que hable con el psiquiatra escolar pero de momento prefiero que seamos solo él y yo. Después de todo es la única compañía últimamente para mí. Bueno él y Oliver que aunque no me acompaña mucho, a veces lo intenta pero su situación entre Jason y yo es complicada. Lo bueno es que gracias a él he conocido a Lola mi nueva amiga o al menos lo más cerca que ha estado nadie de ello. Es una nueva incorporación del equipo de fútbol que mi payaso amigo ha decidido meter de suplente sospecho que porque le gusta desde siempre. En cualquier caso yo me he encariñado mucho con ella. Sé que solo somos cercanas desde hace dos semanas pero es que de verdad me siento súper unida a ella y tenemos mogollón de conversaciones fluídas en común.