Felices los cuatro

Capítulo 27: Pumped up kicks

(Bueno aquí estoy después de relativamente mucho tiempo sin actualizar. Suelo hacerlo cuando tengo la regla la verdad y la última vez que lo hice estaba en una mini crisis de edad pero en cuanto pasas por ello te das cuenta de que todos los problemas pueden esperar porque hasta para eso hay que procrastinar y que esto solo es una mínima transición para el cambio de verdad ¡LOS TEMIDOS 20! Aún estando en los 19 te encuentras en una transición rara. Lo mismo te gusta gente de 16 que de 26 pero bueno aún huimos de los 20 con audacia que es lo importante. El haber superado la crisis es la única razón para esta canción de Morat sin contexto, bueno eso y que todo lo que haga Morat hasta un ñordo de borrachera en la calle es oro. El caso es: Ya no me acomplejo tanto de superar la edad de mis personajes . Cuando recuerdo el bulliying de los institutos y el mítico tiroteo de las americanadas dramáticas que es un problema grave. Igualmente no podíamos omitir los finales de promo.

PD. Pronto meteré algún personaje más madurito y que tenga flow para ayudar a mi calaña y perdón por el capítulo tan largo para los excasos lectores que aún me soportan)

Estaba muy nerviosa pero lo cierto es que la cena estaba yendo genial o al menos eso parecía. Dove tenía mala cara como siempre pero yo se la devolví, no podía hacerse la digna si habían sido Harry y ella quienes rompieron conmigo y tenía derecho a rehacer mi vida. Vale puede que no lo estuviera haciendo porque esto solo era una mentira y puede que sí quisiera a volver con ellos pero eso no significaba que no empezara a dudar de ello. Me habían abandonado a mi suerte y sometían a la ley del hielo sin respuesta dejando que yo intentara hacer todo por volver, dejando que yo me devanara los sesos intentando entender qué es lo que hice mal o qué otra cosa podría haber cambiado para que no se fastidiara todo.

Eso es lo que me unía a Noah, él también me había comentado que estaba confundido porque Jen cortara con él sin explicación y que no hubiera querido arreglar las cosas aunque fuera solo por dar un fin serio a todo. Incluso habíamos llegado a la conclusión que ya sospechábamos de que somos patéticos porque no nos merecen y aún así seguimos intentándolo.

Pero bueno haciendo caso omiso de Dove y todo lo que implicaba estaba en realidad nerviosa por otros motivos como que mi madre no paraba de hacer preguntas sobre cómo nos conocimos que eran incómodas y además podrían descubrir el pastel y yo solo opté por evitarlas de un modo inmaduro pero eficaz: poniéndome a la defensiva.

-Mamá para ya en serio-dije seriamente- por qué no paras ya de hacer un interrogatorio si no te sirve de nada.

-Yo...yo solo pretendía ser amable. Quería saber cómo os conocisteis porque me parecía que podía ser romántico-dijo un poco sorprendida de que la cortase tan bruscamente.

-Que yo sepa aún no sé la historia de cómo empezaste a decidir que Ben era el hombre con el que comenzarías a refocilarte-respondí de mala gana- así que no entiendo por qué me pides a mí las explicaciones que tú no das.

-No seas tan austera-dijo ella frunciendo el ceño- solo quería saber qué es lo que ha visto este chico en ti y no creo que sea una locura que me preocupe por cómo inició. Dado que en tan poco tiempo ya se os ve tan entregados es razonable que dude de él.

Lo cierto es que mi madre tenía un punto ahí, a sus ojos ni siquiera mi amigo de toda la vida había podido conquistarme así que el hecho de que este guaperas ya estuviera conmigo en una relación en solo un mes era raro. Claro que independientemente de que todo fuera una farsa no es justo de que se lo cuestione pues al fin y al cabo yo tenía derecho a sentir lo que quiera y en el tiempo en el que quiera. Iba a protestar de nuevo porque ni aún ahora que había expresado mi disconformidad total hacia el interrogatorio quería dejar de conocer los detalles pero Noah me miró comprensivo y agarró mi mano indicándome con una mirada que me relajara, abrió seguidamente la boca y supe que comenzaría a relatar alguna mentira para salvarme a mí del embrollo de tener que mentir a mi madre. Fue entonces cuando nos sorprendió a todos cuando dijo: