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¿Cómo podría empezar esto?. Bien.

Mi nombre es ________ , estoy en mi último año de escuela... Y vivido la mayor parte de mi vida sola, debido a que que mis padres trabajan en el extranjero.

En fin.

Ahorita me encuentro en el sofá de la sala desayunando para irme a la escuela, estoy viendo un anime que me ha gustado mucho, es Boku No Hero, supongo que a veces quisiera poder ser parte de esa historia. Sería interesante, pero seguro y yo me moriría rápido.

Bueno termine mi desayuno ya estoy preparada para estudiar.

Bueno no, pero no hay de otra más que ir.

Me levanté fui a lavar los recipientes que había ocupado y los guarde, luego me fui a cepillar.

Me dirigí hacia la escuela. En el camino compré unas galletas y una chocolatina de cajita para comer luego.

Digamos que ir a la escuela no es lo mío, lo mío es quedarme en casa comiendo y viendo algún anime, película o serie, pero ya que.

Llegué a mi salón y me senté para esperar a que el profesor llegue, ¿amigos? Pues la verdad no los considero de tal forma, no mucho me agrada la gente, la chicas de mi edad suelen ser algo chismosas, solo les gusta hablar de chicos y eso a mí me aburre, o sea, tantos temas de conversación ¿Y elijes hablar de un wey que ni caso te hace? ¿Y yo soy la rara? no me considero rara pero me da igual, y los varones, pues ellos no suelen juntarse mucho con hembras.
Así que me la pasó en gran parte sola.

Eso no es algo que me moleste, de hecho me agrada, esa tranquilidad, esa paz es lo único que se necesita. Creo.

El profesor llegó y recibimos las clases normales, luego de que el día acabara tome mi mochila para dirigirme hacia la casa pero una de mis compañeras me detuvo.

— ¡Eh! _______ ¡¿Te gustaría ir con nosotras a un café hoy?! –me pregunto ella con una gran sonrisa–

— Lo siento Emily pero estoy muy ocupada en casa así que no podré ir, talvez a la próxima ¿te parece? –le respondí–

— Ahh, nunca sales con nosotras, y siempre que te invitamos estás ocupada –dijo haciéndome una mueca–

— Llevo una vida bastante ocupada, lo siento –dije– Adiós. –

— ¡Adiós ______! –suspiro desganada, yo me dirigí hacia la puerta–

— Te dije que no vendría –escuché a otra susurrar–

Bueno, no mentí del todo cuando dije que llevo una vida ocupada, vivo sola, tengo que cuidar sola una casa que no es muy pequeña que digamos, a la vez que estoy estudiando.

Me dirigí de nuevo a casa pero en el camino me topé con un niño que iba corriendo detrás de un gato.

— ¡Vuelve aquí Tomy! –le gritó el niño al animalito–

𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍; ʙɴʜᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora