𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍; ʙɴʜᴀ

3

[huevos, para guiarnos quise hacerle hasta el plano de la casa a la protagonista. Aunque lo más probable es que no se les quede]

[______(Y/N]

- ¿Fuyumi...? -pregunté, la chica frente a mí pegó un brinco-

Ella se volteo quedando así frente a frente, abrió los ojos en grande, sorprendida.

- ______.... -soltó en un susurro- ¡¡______!! -

Despues de eso se lanzó hacia mi, abrazándome. Mi cuerpo quedó de piedra, estaba siendo abrazada por alguien y no era alguien cualquiera, se trataba de mi hermana mayor, a quien no veía desde hace años...

Con lentitud pase mis brazos por sobre sus hombros, la abracé con suavidad.

Sentí sus lágrimas mojar mi brazo, así que la apretuje un poco más.

- ¡______, lo siento mucho por no haber venido antes! ¡Te juro que eh querido verte! ¡Quería tener más comunicación contigo! ¡De verdad lo lamento mucho ______! -solto mientras más lágrimas bajaban de sus ojos-

- Descuida Fuyumi, tu no tienes la culpa de nada... -hablé con suavidad, con mi mano acaricié su cabello-

Ella se separó de mí y me miró a los ojos, luego me volvió a abrazar.

- ¡Dios! ¡Haz crecido tanto, solo mírate, antes eras la más pequeña de nosotras, ahora eres más alta que yo! -se volvió a separar, esta vez una suave sonrisa estaba en su rostro-

- ¿Quieres entrar? -dije haciendo una seña a la casa, ella asintió-

Me separé de ella y caminé hacia la puerta, saque las llaves y abrí ésta.

- ¿¡Que le pasó a tu ropa!? -cierto- No me digas que... -

- Primero entremos. -dije haciéndome a un lado para que ella pasará y después yo-

Cerré la puerta tras haber encendido la luz, nos quitamos los zapatos y nos adentramos más, llegando así al comedor.

- Ah cierto, traje comida, no estaba segura de que era lo que te gustaba así que hice algunas cosas diferentes... -ella avergonzada puso la bolsa que andaba, en la mesa-

- Estoy segura que me gustará -puse mi mochila en la encimera de la cocina y saque las latas de atún, deje una en la mesa y las demás las guarde en la alacena-

- ¿Te gusta el atún enlatado? -escuché la tímida voz de Fuyumi en la entrada de la cocina-

- No son para mí, son para Tutto, mi gato -

- ¿¡Tienes un gato!? ¿¡Dónde!? ¿¡puedo verlo!? -y pareció que su timidez se había esfumado-

Tomé la lata de atún, le quité el líquido que traía dentro y lo enjuagué.