•||REBORN||• BOKU NO HERO ACADEMIA
En dónde luego de hacer una buena acción antes de tu muerte, reencarnas en un mundo ficticio a tu elección ¿Que pasará? ¿Cuáles serán tus nuevos objetivos luego de una segunda oportunidad?
Inicio: ³⁰/⁰³/²³
Fin: ××\...
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;–POV _________
Me detuve abruptamente.
— ¿Que demonios? –me pregunté a mi misma–
Mi cuerpo quedó paralizado.
De un momento a otro una inmensa irá creció dentro de mí, y no la contuve, deje salir todo lo que mi cuerpo soportaba.
"¿Como? ¡¿Como se supone que algo de esa magnitud no afectará a mis emociones?! ¿Es que será imbécil? De alguna u otra manera iban a afectarme"
"Todos estos malditos años..."
Sin poder evitarlo congelé gran parte del lago e incinere parte del prado en el que me encontraba.
Hacia ya un par de meses que yo había cumplido los catorce años, Fuyumi me había entregado una pequeña caja, en la que venía un suéter de parte de ella y una bufanda de parte de Natsuo. Ambos artesanales.
Abrí los ojos y miré a mi alrededor. Hice una mueca al ver el desastre que había causado, miré hacia el suelo ¿que culpa tenía la naturaleza? Eran mis problemas no los de ella. Apacigüe las llamas hasta que se apagaron y miré los árboles.
— Lo lamento mucho...
Igualmente miré el lago, puse mi mano derecha sobre el agua congelada y empecé a derretir aquel hielo.
— De verdad lo lamento...
Observé el agua cristalina, los peces nadaban ya más tranquilos.
Miré mi brazo derecho, aquella venda había quedado totalmente chamuscada, parte de mi ropa también, pude observar con claridad aquella cicatriz.
— ¡A ti es a quien más odio! ¡Por qué tú eres la que más se parece a él! –
Una cicatriz que se extendía por gran parte de mi brazo hasta llegar a mi clavícula, la misma cicatriz que seguramente tendría Shoto en el lado izquierdo de su cara.
Una cicatriz que nos había hecho nuestra madre, quien hasta la fecha se encontraba ingresada en un hospital psiquiatra.
Me levanté y fui hasta donde estaba mi mochila que de pura suerte no la habían alcanzado las llamas. Saque el agua y una pequeña bolsa con contenido.
Miré el cielo y luego me dirigí hasta donde estaban unos árboles que no habían alcanzado las llamas, con mis nudillos hice un sonido específico en la corteza del árbol y pronto arriba se asomo un animalito, bajo hasta estar a mi altura.
— Por poco y arruinó tu hogar, lo lamento mucho... –
Yo extendí mi mano con nueces y la pequeña ardilla empezó a tomarlas y guardarlas en su boca.
Después de tomarlas todas, me miró y se fue para arriba de nuevo.
Recosté mi espalda sobre la corteza del árbol y miré hacia el frente, luego de un rato sentí al pequeño animalito posarse sobre mi cabeza, luego se hizo a un lado, puse mi mano derecha cerca y esta subió a ella, yo la observé y puso algo sobre la palma de mi mano, tome aquel pequeño objeto y luego miré al animalito.
