10. ENCUENTRO
Kassandra.
Entramos a una especie de comedor. La verdad, no siento nada de hambre. Alister observa mi cara de asco cuando miro la comida empaquetada en una especie de bandejas blancas. Todo parece lo mismo. Una especie de puré de diferentes colores.
—Tienes que comer, princesa...
—Pero, ¿eso es comestible?
Sonríe y me indica dónde coger una bandeja.
—Enseguida vuelvo. Tengo que hablar con Kraus. Está en la zona reservada para los alas negras.
Observo que la comida que ellos comen en ese salón parece más suculenta y variada.
—¿No puedo comer allí? Aquella comida parece tener mejor pinta.
—No, no puedes. De hecho, yo tampoco podré comerla, tengo que estar contigo. Los candidatos del Diaberum deben comer en este salón y esta comida. ¡Lo siento!
—Pero...
—No te preocupes, vuelvo enseguida y te ayudo a elegir algo apetecible dentro de esta amalgama de purés de colores —sonríe arrebatador.
Veo cómo Alister se aleja y empiezo a sentirme insegura. Debo admitir que está tremendo. Su cuerpo de culturista diseñado en el gimnasio se mueve con grácil soltura por el salón. Su porte es altivo y decidido, algo que normalmente no me atrae, pero que en él me gusta sin saber por qué. Parece tener un magnetismo irresistible que te envuelve cuando está cerca, pero va desapareciendo en medida que no estás con él. Se atusa el flequillo negro y largo antes de llegar hasta Kraus. Cuando se encuentran, Alister se inclina levemente en lo que parece una muestra de pleitesía.
Me doy la vuelta y busco los platos que tengan la comida menos asquerosa. Selecciono los cubiertos: una cuchara de palo y un plato de madera. —Para tener tantos medios... no se han esforzado demasiado en el comedor—, pienso. Antes de elegir la comida, me preocupo mucho más en elegir un lugar era el que sentarme para comer. Parece que los comensales tienen sus grupos y están charlando animadamente con sus entrenadores. No me queda otra que ser la desplazada, acabo de llegar a esta locura de sitio.
—¿Qué tal la chica?
—Tenías que haberla visto luchando... le ha dado una paliza a todos. Es muy buena. Esa prueba está superada. Tiene un par...
—Habrá salido al padre.
—Por cierto, lo he visto en el campo de entrenamiento.
—Lo sé. No ha podido resistirse, el muy imbécil...
—Sabe que va contra las normas... un alas negras superior no puede entrar al Transitium; es como si nosotros entrásemos al Ascentium. ¿Me imaginas a mí en mitad de La Impenetrable...?
—Por suerte, ningún alas rotas ha detectado su presencia... habría sido difícil de explicar.
—¿Se ha ido?
—Sí, pero no te aseguro que vuelva. Le puede la curiosidad.
—Ya, pero la curiosidad mató al gato. ¿Por qué no fue a verla durante todos estos años?
—Ni siquiera él sabía que tenía una hija. ¿Crees que se habría quedado de brazos cruzados de haberlo sabido?
—No... supongo. Sin embargo, ahora no le queda más remedio que esperar a que esto acabe.
—Ya no puede transformarla a su manera. Tiene que esperar como si fuese una más.
—Quieres decir como uno de estos candidatos. No creerás que es la elegida...
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Alas Negras
Fantasía¿Puede el amor desafiar el destino del bien y los planes del mal? Kassandra y Daniel son un chico y una chica normal, aparentemente. Sin embargo, los secretos de sus respectivas familias les han mantenido oculto los seres tan especiales que son. Ka...