Un Aroma Energizante

6. Comida

Después de lo sucedido en la reunión Veggeta decidió algo. Decidió que lo mejor para su hijo era que conviviera con aquel beta. Esto también por petición de su papá Rubius que pensaba era lo mejor para su hijo. Que de esta forma podría conocer a aquel omega. Y conocer si realmente es su destinado, el deseaba que su hijo solucionase los problemas en su corazón.

Ahora todos los jóvenes se encuentran dentro de la recepción. Todos los chicos se encontraban hablando entre ellos. Spreen se encontraba hablando con Late, pero de reojo ve a aquel omega que conversa con Pan y con otros dos chicos que también son betas. Spreen intenta mantenerse tranquilo porque

- Chicos su atención por favor. - Dijo una mujer caminando a prisa por la recepción. Todos los demás voltean a verla. - Buenas tardes, mi nombre es Aroyin. Soy la encargada de administrar la pasantia de todos ustedes. Todos ustedes fueron elegidos para formar parte del grupo de estudiantes en nuestra compañía. Bueno, ahora mencionaré a los primeros.

La mujer empezó a pasar la lista de todos los integrantes de la pasantía y diciéndoles a que piso deben de ir. Por suerte Spreen no tendría que estar cerca de Pan. Este podría estar con el chico de piel blanca a solas debido a que solo los asignaron a ellos dos en la misma área. La mala noticia es que este fue en una de las áreas más tediosas de todas y por lo tanto aburridas. Lo bueno es que el encargado del área de bodegas era Polis Pol. El hombre mas comprensivo y calmado del área de almacenamiento. El lleva el control de todos los registros y muchos dicen que su memoria es la mas grande de todas debido a que recuerda donde quedan todos los archivos dentro del gran almacén.

- Buenas tardes chicos, me da gusto tenerlos a ustedes dos de. Me llamo Polis Pol. Díganme Pol. No porque sea mi apellido, sino una forma corta de mi nombre. - Dijo el hombre de edad madura estrechando la mano de ambos jovenes. El hombre se queda viendo a Spreen que es demasiado serio con el cálido beta de amable sonrisa. - Me da gusto volverte a ver Spreen, no te había visto desde tu cumpleaños 13.

- Una disculpa por no venir a saludarlo señor Pol. - Dijo Spreen viendo lo amable que es el hombre.

- No tienes porque disculparte. La vida estudiantil es demasiado pesada. A ti no he tenido el gusto de conocerte. - Dijo el hombre estrechando la mano de Mariana. - Veo en tus ojos que eres una persona muy inteligente.

- Un gusto conocerlo señor Pol. Mi nombre es Mariana. - Dijo el chico alto con una sonrisa. Se encontraba muy feliz de estar hablando con alguien tan amable como Pol.

- El gusto es mío Mariana. Espero que ustedes dos puedan llevarse bien. Estarán trabajando aquí durante un buen tiempo. Es un pequeño lugar, pero tiene muchos archiveros y estantes que deben ver antes de empezar a recordar. Igual del orden de todos los archivos que llevan dentro.

- Disculpe la pregunta señor Pol, ¿no seria mejor tener todos esos papeles de forma digital? - Pregunta Mariana mientras caminan a un lado del hombre que les muestra la oficina.

- En efecto Mariana, eso seria mucho mas practico. Sin embargo el uso de copias físicas nos ayuda a evitar la perdida de archivos en grado caso de un accidente. Tenemos papeles importantes para la empresa los cuales se encuentran guardados de forma física debido a su importancia, contratos, escrituras, acuerdos. Todo eso se encuentra con su copia física en grado caso de un robo o de una perdida. - Dijo el hombre contestando de forma calmada a la pregunta del joven. Parecía que el disfrutaba contestar las dudas que tuvieran.

Los dos jovenes se quedaron sorprendidos por el gran orden de todos aquellos archivos. Las etiquetas en los archiveros indicando el comienzo de las fechas de aquellos documentos y que son exactamente. La administración de Pol era bastante grande. Durante el transcurso del recorrido un empleado vino solicitando un contrato y el hombre en cuestión de segundos menciono en que lugar se encontraba guardado y a cuantas carpetas se encontraba colocada. Esto sorprendió todavía más a los chicos que se encontraban maravillados de la inteligencia del beta.