19. Las Escondidas

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Una tarde de lluvia, una cama y películas. El alfa con aroma a sándalo tan relajante y el omega con olor cítricos que te llena de energia se encontraban en cuarto del alfa. Mariana se encontraba sentado con las piernas abiertas y Spreen sentado recargado en el chico. El cuarto se encontraba lleno del aroma de los dos debido a que Spreen le dijo a Mariana que en su casa no tenia que ocultarse, su papá conoce que es un omega y le dijo que este es su lugar eguro.

Aquella tarde, Pol les dijo que su pasantía del dia estaría cancelada debido a que tuvo una emergencia familiar y salió rápidamente. Les contó a los dos el dia para que no tuvieran que ir otro dia. La llamada se dio en casa de Spreen, cuando fueron a almorzar. Se encontraban solos en la casa, siendo que Vegeta no pudo llegar a comer hoy y el oso omega estaba en su consultorio debido a que tenia varias citas ese dia. Spreen al enterarse que estaría solo le pidió al omega que se quedara, que no caería mal pasar una tarde solos. El omega despues de mucho pensarlo le mandó un mensaje a su hermano.

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El alfa de 25 años todavía no le agrada Spreen, pero a regañadientes acepta que es el destinado de su hermanito. El omega tras recibir la confirmación de su hermano se fue feliz al cuarto. Si, le mintió respecto a que los padres del alfa estarían en casa, pero sabia que si no había nadie iría por el en ese momento. En su casa, Luzu nunca dejaba cerrar la puerta cuando estaba este en su cuarto o le habría la puerta de vez en cuando para ver que estaban haciendo. Este dia... podían tener privacidad.

Ahí en la cama, Mariana se quedaba viendo aquellas lindas orejas de Spreen. Tener al alfa sobre sus piernas tan relajado hace que su corazón lata de felicidad, que sienta esa emoción de estar con su ser querido. El chico de piel blanca ve como aquel chico se encuentra muy atento a la película, sin poder resistirlo más el chico pasa uno de sus dedos cerca de su oreja y esta se mueve, como si espantase una mosca. Una pequeña sonrisa se da de sus labios y entonces sigue jugando con aquella oreja. La empieza a acariciar tallando su dedo en ella.

El oso cierra sus ojos y el omega continua acariciando aquellas orejas. El híbrido entonces da una sonrisa y deja que su novio juegue con sus orejas. El oso es sensible de sus orejas y cuando las toca el omega siente mucha relajación. El alfa se da la vuelta colocando su cabeza sobre las piernas del chico de piel blanca. El omega se sorprende por esto y levanta sus manos.

- Sigue, ya comenzaste a acariciarlas así que hazlo el tiempo que quieras. - Dijo el alfa queriendo que el omega siga acariciándolo.

- Es tierno mien. - Dijo el omega y coloca sus manos para acariciar los cabellos negros. La sonrisa de Spreen es bastante grande. Mariana entonces comienza a acariciar no solo las orejas sino todo el cabello del oso a lo que este hace un sonido cuando las acaricia. - Mien ronroneas.

- No ronroneo. No soy un gato boludo. - Dijo Spreen levantándose. Es cosa de híbridos, no lo entenderías. - Dijo Spreen volviendo a girar. Tomas las manitas blancas de Mariana y les da un beso. Los dos chicos se ven a los ojos así. Spreen se levanta un poco para besar a Mariana y este se hace para atrás. - Mariana, ¿Cuándo me dejaras volver a besarte?

Un Aroma EnergizanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora