El Squadron Supreme, una liga de super humanos unidos por el bien de su dimensión dirigidos por el último los eternos, Hyperion, el mayor héroe del mundo. Los Retaliators, una unión de héroes que están para combatir los altercados del mundo cuando e...
La mañana golpeaba las puertas y ventanas de Nueva Orleans, logrando despertar a aquellos que aún no habían puesto pie fuera de la cama; el caso era este en el departamento de Nenet, la segunda Doctor Spectrum del planeta tierra y quien, como cada tanto, se encontraba de nuevo rondando en su planeta de origen en reemplazo del original Doctor Spectrum, Joseph Ledger, se encontraba en una misión fuera del mismo. Lentamente, Stanley Stewart toco el frío suelo de madera con pies desnudos y recurrió a una rápida vestimenta, la parte inferior de una pijama y su camisa desabotonada. A juzgar por su mirada alrededor de la habitación, su acompañante no estaba ahí, únicamente un lado de la cama destendido y prendas femeninas faltantes; entre un bostezo y una rápida mirada hacia ventana, misma que dejaba entrar la mañanera luz del sol, se percato de que la mañana tenia apenas un par de horas de haber llegado, y rápida su salida fue hacia el resto del departamento, topandose con una imagen afrodisíaca para el velocista: La propia Nenet, bebiendo su café y esperándole con un par de platos con huevo revuelto al frente.
—Buenos días pararrayos— saludo Nenet, poco antes de dar un profundo trago a su café; Nenet era una mujer delgada y de corto cabello pelirrojo, mismo que era resaltado por la camiseta blanca con el emblema de la universidad de Midtral City en ella, misma camisa que le quedaba grande —¿Por que no te quedaste dormido? No hay prisa hoy...
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—Siempre hay algo por lo que tener prisa, Nenet— confesó Stanley, mientras se dirigía hacia la cafetera y se recargaba sobre la barra, esperando a que toda el agua cayera para hacerse un café —Me sorprende bastante que no hayas ido a reportarte con el Squadron...
—Llegue apenas ayer— contestó Nenet, con una sonrisa sarcástica y mientras veía de pies a cabeza a Stanley —¿No puede Marcus esperar un poco? No es como que Ledger no hubiera avisado que se iba.
—Si sabes que eso de reportarse es por si alguien necesita refuerzos o hay una emergencia ¿No?— pregunto con una sonrisa el peliblanco, viendo de vuelta a la pelirroja
—Cállate, hazte tu café y cuéntame— respondió Nenet mientras le señalaba la cafetera y a la vez, daba un mordisco a su desayuno —¿Qué tan malos son esos... Retaliators?
Un par de minutos pasaron, y eso basto para que la conversación entrará en calor y fluyera a todo lo que podía. Por cada respuesta de Stanley, surgían dos o tres preguntas más de parte de Nenet, quien se notaba tan curiosa como una persona sorda qué finalmente podía oír música.
—¿Un gigante azul? ¿Es enserió?— preguntaba incrédula mientras dejaba caer ambas manos sobre la pequeña mesa en la que comían y veía a Stanley beber de su café y asentir con una sonrisa —. Entonces estos Retaliators de los que hablo Joseph son tal cual eso ¿máquinas montoneras de matar?
—A decir verdad— inicio Stanley finalmente —, no lo se ¿Sabes? Una par de ellos de verdad temían por que su hijo peleará con nosotros, y algunos de verdad parecían tratar de dialogar, aunque creo que no cooperamos mucho...
