An angel in this world. [Quackity Bowl]

[Ayudantes, ¿?]

¿Quieres ayuda? Nosotros seremos tus ayudantes.

[¡Ruleta elige! Shadokity+Spreen: Sex.]

Quackity se veía terrible y frío, estaba completamente solo en su pequeño agujero que cavó para sí mismo, Spreen ni siquiera lo pensó dos veces antes de dejarse caer a su lado y acurrucarse contra él.

— ¿Estás bien, Quackity? Te ves terrible.

Quackity ni siquiera contestó o miró a Spreen, su mirada era tan vaga como si estuviera repitiendo el mismo recuerdo en su cabeza una y otra vez, sus labios estaban presionados mostrando a Spreen que estaba conteniendo las lágrimas que estaba tratando de contener hace unos momentos atrás.

Como si a Spreen le importara haber visto llorar a Rubius, incluso a Shadoune, ahora era algo suyo considerando que era el médico del grupo y el terapeuta designado, así que tenía eso a su favor.

Todos sabrían por qué Quackity era así a pesar de que nadie quería admitirlo en voz alta, quiero decir que Quackity vio a su mejor amigo desde antes de morir destrozado justo en frente de él, nadie podía hacer nada por Missa, Quackity no podía ni siquiera agarrar lo que Missa le había otorgado antes de morir, fue tan horrible.

Así que fue fácil para Spreen pasar un brazo alrededor de Quackity y acercarlo, frotando lentamente una mano arriba y abajo de su hombro en un intento de hacerlo sentir mejor y calentarlo un poco.

Quackity ni siquiera reaccionó, no habló, y Spreen comenzó a susurrarle, diciéndole cosas aleatorias que le venían a la mente, incluso personas que recordaba en este mundo esperando iniciar una conversación, solo queriendo que reaccionara, o al menos hablara un poco.

Al menos sé que Quackity todavía está aquí.

Spreen sacó una manta de su mochila con cuidado extendiéndola sobre la parte superior del agujero o el nido como diría Quackity para tratar de atrapar el calor de su cuerpo y el de Quackity dentro manteniéndolos calientes, agarró otra manta y se la puso a él y a Quackity. Odiaba esto, pero era la solución más segura viviendo en el bosque porque aquí las copas de los árboles los protegían de los murciélagos, también había muchos menos monstruos aquí, menos humanos para masticar.