An angel in this world. [Quackity Bowl]

[Desconocidos, JG]

Desconocidos.

[JuanGuarnizo×Quackity: sex.]

Las piernas entrelazadas, ninguna piel sin tocar por los suaves labios del otro, el cabello enredado, ambos subiendo por el éxtasis. No había nada más ensordecedor que el sonido de la piel chocando y los ásperos gemidos de placer resonando en la oficina ahora desierta en horas de la medianoche. Cualquier cosa podría arruinar este momento para la pareja, un compañero de trabajo que regresa por un trabajo inconcluso, un secretario que regresa por las sobras del almuerzo o incluso un guardia de seguridad curioso por el ruido que proviene de la oficina generalmente tranquila.

Sin embargo, perdidos en el momento, a los dos no les importaban menos las consecuencias de sus acciones, todo lo demás era simplemente un pensamiento secundario mientras sus orgasmos se acercaban más y más, rogando por una dulce liberación. Parecía como si este momento hubiera estado en suspenso durante años.

Lo que pasó de un día estresante de trámites y plazos vencidos, se había convertido en un recuerdo que nunca se perdería en sus memorias.

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Quackity se abotonó el traje y miró el reloj de pared. 4:30, todavía tenía tiempo para conseguir un refrigerio rápido antes de llegar tarde. Su falta de sueño se reflejaba en su rostro, incluso detrás de su flequillo que caía, desordenado alrededor de su rostro. A este ritmo, el agotamiento lo golpearía más fuerte que un bajón de cafeína durante su hora de almuerzo de 20 minutos. Aunque ¿qué más podía hacer? Su trabajo estaba bien pagado, sus compañeros de trabajo eran amables y su jefe estaba bien. Claro, las mañanas tempranas son algo a lo que nadie se acostumbrará, pero a él no le importaba tener una forma de vida bastante lujosa.

Su versión del lujo era un apartamento de dos dormitorios, uno para él y otro para cualquier huésped que pudiera necesitar un lugar donde quedarse, en medio de una gran ciudad conocida como Tortillaland. Pensándolo bien, la ciudad de Tortillaland tenía un nombre algo extraño. Era dueño de su pequeña parte del paraíso, aunque apenas estaba en casa para disfrutar del diseño moderno y elegante.