Cuando los chicos regresaron de la discoteca no se mencionó ninguna palabra sobre el tema. Louis decidió que lo mejor para Harry era descansar.
Harry decidió no hacer ningún comentario sobre lo que Fer había dicho. No se veía con el derecho de reclamarle nada a Louis.
Subieron directo a su habitación y se acostaron en la cama, aún sin haber mencionado una sola palabra. Se miraban a los ojos, sólo eso. No hacía falta nada más que mirarse a los ojos.
El calor de las sábanas sobre su piel era satisfactorio, se veían realmente cansados, sobre todo Harry.
No era un cansancio físico, sino, emocional.
Estaba cansado, estaba totalmente agotado de tanta mierda. Una persona no puede aguantar tanto dolor en su vida. Porque era eso lo que él sentía, dolor, nada más que dolor.
Dicen que el amor es lo más poderoso en el mundo, sin embargo no había nada, ni siquiera el amor de Louis, que pudiera calmar su dolor.
Movió sus dedos tímidamente hacia donde estaba la mano del mayor. Necesitaba sentir su piel. Tomó la mano de Louis con miedo, miedo al rechazo. Miedo a que él lo rechazara por todo el mal que hacía.
Louis lo miraba, él también estaba igual de asustado que Harry. No sabían cómo iban a seguir las cosas. No sabían si quiera si iban a poder seguir con lo suyo.
Pero es que después de haber pasado tanto para recuperar su amor, les hacía daño darse cuenta que seguían estando totalmente rotos.
-me siento mal.- confesó Harry con un tono de voz muy suave y bajo.
Louis sabía a lo que se refería, sin embargo hacia lo posible para no ver la situación. -¿te duele algo? ¿Estás enfermo amor?- preguntó acercándose más al rizado entre las sábanas.
Harry sostenía la mano de Louis, lo hacía muy fuerte. -no lo sé, no sé exactamente qué es lo que me duela, pero me duele, me siento enfermo, no eh podido dormir desde hace más de una semana Louis...- se veía vulnerable, realmente había dejado de importarle verse tan débil frente a una persona. El dolor que él sentía era cierto, todo su cuerpo estaba debilitado por una sensación de angustia, de miedo y de enojo al mismo tiempo.
Hacia unos días había comenzado a tomar antidepresivos, igual que los que tomaba cuando estaba en la clínica de rehabilitación después de "la muerte de Louis". De hecho, ahora se sentía peor que en aquellos días, pero no se podía explicar por qué. Sólo estaba consciente del mucho dolor que tenía dentro del cuerpo.
-¿puedo hacer algo por ti?- Louis sentía unas inmensas ganas de llorar al verlo tan mal. Era Harry, Harry siempre estaba fuerte, Harry siempre era el líder, Harry nunca lloraba, Harry nunca pedía ayuda, Harry no necesitaba que nadie lo cuidara.
-si...-lo miró por unos largos segundos. Mirarlo era bonito. -quédate conmigo y juntos olvidémonos del mundo.