-¡¿CUANDO SE TE DA LA DESCENCIA DE RESPONDERME MALDITO MOCOSO?!-
-¡MAMÁ!-
Silencio
-...-
-¿Que? No es la primera vez que te miro en ropas menores, soy tu madre ¿Quién crees que te bañaba cuando eras un engendro?-Miro a su hijo, quien tenia sus brazos ocultando su pecho- Ni siquiera tienes pechos, esa no es la parte que debes ocultar.
-Oculto mi decencia-
-La poca que te queda-
-Al menos déjame ponerme un pantalón-
-¿Acaso te estoy reteniendo?-
-¿Tú que crees?
-cincuenta cincuenta, te falta trabajar pecho-
-Ughh-
Y así empezamos una muy bonita mañana de invierno con nuestro loto perdiendo la poca decencia que le quedaba al salir del baño frente a su progenitora, esperando que nadie abriera la puerta principal de su departamento, pero la vida no siempre es como uno desea.
- Muy pequeño- Estaba sentada en el sillón principal del departamento, mirando alrededor y notando lo pequeño del lugar- Digno para alguien de tu estatura-
-¿Madre que haces aquí?-
La mayor tomó un poco de la taza que tenia entre sus manos y la regresó a su lugar principal-Te divorciaste, te mudaste a un distrito demasiado pequeño, te llamé, no me respondiste, Lanyi te llamo, no respondiste, el desgraciado se vuelve comprometer, el denso y tu hermana llamaron, yo llamé, no respondiste ¿Tú que crees?- Lo miro fijamente cruzada de brazos.
- Si una persona no responde llamadas, es claramente porqué quiere estar lejos y solo, y porque no quiere responderlas.- Cheng se encontraba del otro lado de su madre.- Además no es pequeño, es solo para una persona.- Justificaba su reducido departamento.
Su madre se dedicaba a observar a su pequeño loto, con su frente fruncida, creía que era hereditario. Si le hubiesen dicho hace dos años que un imbécil llegaría a ilusionar a su pequeño , proponerle matrimonio, casarse y divorciarse en dos malditos años, juraba por todo aquello a lo que consideraban santos y dioses que hubiese asesinado y descuartizado al maldito que se tomo el tiempo de enamorar, profanar y romper a su lotito. Volvió a ver a su hijo, ella reconocía una mirada vacía, lo sabia demasiado bien. Su hijo estaba demacrado en el sentido de la palabra, pero como un orgulloso Jiang, él no lo haría notar- ¿Cómo lo estas llevando? Todo esto- pauso un momento- Ya casi es una semana.-
- ¿Debo responder? - Miro fijamente a su madre, la única persona a la que no podría mentir, se resigno, hace mucho que se había resignado con sus padres, le aterraba pero agradecía no tener que ocultar todo de sí, de cierta forma le aterraba quedarse mudo sentimentalmente, sufrir en silencio era egoísta si tenia a personas que preguntaban por él, pensó en cual era la mejor via de escape, y claramente no había una- El único ser que has amado durante tanto tiempo, dice amarte también, crees que se amaran hasta el día de su muerte, se unen en un lazo intimo y propio, anhelas tanto una familia en él, lo preparas todo como el día en el que se cazaron. ¡Oh sorpresa!, los Lan aman solo una vez, y tú no eres el "una vez", perdiste tu tiempo en amar a un hombre que amaba a otra persona.-Sus ojos se cristalizaron como vidrio y se quedo sin respiración-...Duele haber creído en él, en sus bonitos ojos o suave sonrisa, en su malditos sentimientos de cristal, me odio por haberme enamorado de todo de él. Y... también me siento solo e idiota, cada día, cada mañana desde hace seis meses me siento solo sin él a mi lado. Él era...mi todo, mi universo, mi cometa brillante, mi día soleado, mi idiota sentimental, pero él se fue. No era suficiente, todo lo que haga no es suficiente, no era suficiente para mantenerlo a mi lado, si tan solo...hubiese dado más de mi...tal vez, el no me hubiera abandonado, tal vez me hubiese amado, tal vez-
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Lotos para un amor difunto
FanfictionJiang Cheng llevaba un feliz matrimonio de 2 años y 6 meses con Lan Xichen. Para los exagerados fueron 3 años, pero para el joven loto eran solo 2 años, ni más ni menos, solo 2 años. 2 años en los cuales amó con demasía al primer jade de la familia...