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-Necesito vacaciones.- Murmuraba Wanyin mientras caminaba por largos y elegantes pasadizos de la empresa Jiang, con papeleo en brazos y dolor de espalda. Hace poco que se volvió a encontrar con su querida hermana mayor y solo fue para darle papeles en la empresa, era una muestra de lo critica que era la situación. 

-Necesitamos.- Se sumo una voz externa.

-...- Se volteo a donde provenía la voz.- ¿Y tú qué?- Se encontró con el rostro masacrado por el cansancio del Nie menor, quien lo seguía con una agenda entre sus brazos y un traje negro milagrosamente arreglado.

-Que mala forma de saludar a un viejo amigo A-Cheng.- Con cansancio, igualo su transcurso con la del menor, para hablar(molestar) cómodamente.

-No me llames así.- Retomaba su camino junto al contrario que tenia su cabello amarrado en media cola.- Lamentable.- Dirigió su comentario ante la lamentable imagen que generaba el Nie menor.

-Si si, tu no tienes un hermano mayor más necio que un asno y encaprichado como un niño de 3 años.-Refunfuñaba.- Y menos que este sea la cabeza principal de la empresa y familia, con un berrinche más grande que sus músculos tomándose unas vacaciones en Japón.- Ya estaba alterado.- Y menos si tú tienes que conllevar con responsabilidades que no son tuyas pero por el tonto de tu hermano y más ciego que un topo por no darse cuenta de que cierta persona no le convenia, tener que llevar las riendas de la familia y de la empresa, tragarte los comentarios de viejos decrépitos con un pie en la tumba y dormir tan solo 3 horas- Su cabello empezaba a esponjarse.- Ni siquiera pude ver a mi esposo durante 3 malditas semanas, ¡joder!.-

El de media coleta estaba alterado, colérico y sobre todo impotente por cada desagradable suceso que tenia que conllevar por su cuenta.  Antes era conllevador, pues se encargaba de la empresa junto a su hermano y prácticamente se dividían el trabajo de dirigir una empresa tan grande. No obstante, su hermano se enamoró, dividió aún más en trabajo en una tercera persona, pues el Nie mayor creía que un zorro era el amor de su vida y que seria practico tener otra cabeza que se encargue de la empresa. No fue así, se decepciono, lo traicionaron y el señorito se fue a un país vecino para pensar las cosas y olvidarse de sus responsabilidades en una empresa. Era duro pero real. Ahora solo, él tenia que velar por una carga que era de dos y soportar los estúpidos comentarios de los mayores consejeros que eran más una critica a su persona que una ayuda, realmente. Y por sobre todo, no tener a su querida pareja durante un largo tiempo le era deprimente.

Recibió unas palmaditas en su espalda por el Jiang, Huaisang lo vio completamente sorprendido, olvidando sus sentimientos acumulados y ganas de estrangular a alguien para desestresarse. Esperaba que el menor lo ignorara, se fuera y olvidara el tema para seguir con sus deberes de forma indiferente. No esperaba tal muestra de empatía y altruismo por el menor, simplemente se dejo consolar por unas cuantas palmaditas en su espalda. De cierta forma se sentía tranquilo, sacar toda el remordimiento acumulado le dejaba tranquilamente vacío, calmado y pacifico. Respiro por un lapso de 10 segundo, unas cuantas veces para regular su respiración y permitirse oxigenar su cerebro, que trabajaba a por horas mil veces más.

Wanyin no era muy bueno consolando a las personas, pero trataba de hacerlo.

-No eres el único.- Daba una mirada relajada.- Si te sirve de algo, Wen Ning está aprendiendo a cocinar.- Encogió sus brazos. Cheng dedujo que la mayor frustración del Nie era en su vida privada, el menor muy bien podría conllevar con toda la carga de ser la cabeza de una empresa y sin rechistar, para él era pan comido. Pero esos acontecimientos interferían en su vida, sobre todo los planes de la parejita para convivir como un matrimonio, se veían atrasados. Wen Ning comprendía los deberes de HuaiSang, pero Huaisang no quería entender sus deberes y deseaba escapar como un adolescente enamorado, en un carro y con el dinero en sus bolsillos, para formar una nueva vida. No pasaría, al menos no de esa forma.

Lotos para un amor difuntoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora